Ciudad de México también ha sido escenario del quehacer criminal del Cártel de Sinaloa, en los últimos tiempos más concretamente de las facciones lideradas por los hijos del “Chapo” Guzmán, mejor conocidos como “Los Chapitos”.
Uno de los eventos más relevantes del año pasado que involucraron a la organización criminal fue el decomiso “histórico” de más de tonelada y media (mil 680 kilos) de cocaína que era transportados por dos tráileres de doble remolque en los límites de la capital y el Estado de México.
Las autoridades detuvieron a cuatro presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa que eran originarios del estado de Durango, colindante con Sinaloa.
El pasado mes de julio, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) informó sobre el hallazgo de más de 60 laboratorios de producción de drogas sintéticas en Sinaloa, específicamente en la capital, Culiacán, y la sierra que la rodea.
Ese mismo mes, la tade del martes 12, se registró un enfrentamiento entre elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de Ciudad de México y miembros del Cártel de Sinaloa a la altura del kilómetro 28.5 de la carretera federal México-Cuernavaca, en la localidad de San Miguel Topilejo, en la alcaldía Tlalpan.
Aquel día las autoridades lograron la detención de 14 personas y el rescate de cuatro más que se encontraban secuestradas en un inmueble de la colonia San Andrés Totoltepec.
Los elementos de la SSC también aseguraron 10 armas largas, entre ellas un fusil tipo Barret calibre 50, una ametralladora de alto poder 7.62 por 51, 12 granadas calibre 40 mm., más de 70 cartuchos útiles, chalecos antibalas, tres armas cortas y droga en cantidades no especificadas.
Después de que la SSCCDMX informó sobre la detención de los integrantes del grupo criminal, circularon algunas fotografías en las que se pudo observar que algunos de los sujetos portaban placas con la imagen de la caricatura de un roedor, una clara alusión a Ovidio Guzmán López (hijo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera), a quien apodan como “El Ratón”.
Esa misma caricatura fue la que se vio impresa en varios de los vehículos blindados que quedaron como resgistro de la refriega que ocurrió el pasado jueves 5 de enero en la sindicatura de Jesús María, al norte de Culiacán, donde el hijo de “El Chapo” fue detenido por elementos del ejército.
Supuesta versión de Ovidio en la CDMX
De acuerdo con una versión del periodista Antonio Nieto, a pesar de que Ovidio ya era uno de los objetivos prioritarios del Ejército mexicano y de las autoridades de EEUU, quienes ofrecían una recompensa de 5 millones de dólares por información que llevara a su arresto, el hijo de “El Chapo” optó por trasladarse a la capital del país para resguardarse seis meses allí.
Ovidio radicaba cerca de Culiacán, pero supuestamente vivió medio año en la Ciudad de México en 2021. Aunque su rostro era conocido por todo el país, supuestamente caminaba por calles de la colonia Roma, la Condesa, Nápoles y Santa Fé, zonas que cuentan con una diversidad de servicios y donde habitan las personas con un alto poder adquisitivo.
Durante su supuesta estancia en la capital, “El Ratón” supuestamente era custodiado las 24 horas del día por guardaespaldas que siempre cargaban una pistola 9 milímetros y lo transportaban en una camioneta Mercedes Benz y otra Land Rover.
Una de sus actividades predilectas, según dicha versión, era ir a la plaza comercial Parque Delta, ubicada en la alcaldía Benito Juárez, para degustar de unos peculiares pastelillos en The Cheescake Factory.
Durante ese tiempo, elementos de la Marina presuntamente vigilaban a Ovidio en el hotel Vermont y sabían de sus actividades. Pero la verdadera amenaza para el hijo de “El Chapo” no eran las autoridades, sino un grupo de sicarios que habría contratado para asesinarlo.
El informe señaló que los sicarios habrían sido contratados por Ismael “El Mayo” Zambada (uno de los líderes del Cártel de Sinaloa que mantiene una disputa con los hijos de El Chapo) y Rafael Caro Quintero, mediante un lugarteniente identificado como “El Flaco”.
Al respecto, Antonio Nieto indicó que “El Flaco” -cuyo nombre es Pablo Núñez- era un cabecilla de los Arellano Félix. Él fue quien supuestamente contactó a cinco sujetos para acabar con la vida de Ovidio mientras se hospedaba en la CDMX en 2021, pero habrían sido detenidos antes de que pudieran lograr su cometido.
SEGUIR LEYENDO: