Genaro García Luna, extitular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) durante el gobierno de Felipe Calderón, enfrentará a la justicia estadounidense en los próximos días por su presunta colaboración con cárteles del narcotráfico.

Este 9 de enero iniciará formalmente el proceso judicial en su contra con la integración del jurado que determinará, en última instancia, la inocencia o culpabilidad de García Luna.

Este día, 400 aspirantes llenarán los formularios en la Corte para el Distrito Este de Nueva York. Todos, por decisión del juez Brian Cogan, se mantendrán anónimos y estarán bajo protección de agentes federales.

Según especificó recientemente el canciller Marcelo Ebrard, la integración del jurado podría tardar hasta dos semanas, ya que sus miembros deben ser aceptados tanto por la defensa del acusado (García Luna, en este caso) como por la Fiscalía estadounidense.

Cualquiera de las dos partes tiene derecho a objetar a los integrantes que consideren “adversos a su causa”. Es necesario sustituir a quienes conformen esta instancia hasta que haya un común acuerdo.

Se tiene el 13 de enero como la fecha en la que tanto la Fiscalía como la defensa del exfuncionario deben entregar a la Corte una lista de los aspirantes aceptables y otra de quienes consideren que deben ser rechazados.

El mismo día 17, cada uno de los aspirantes considerados aptos tendrán que comparecer ante la Corte para un interrogatorio personal. Este proceso se conoce como voir dire —traducido del francés como “decir la verdad”— y consiste en que las autoridades hacen preguntas a los candidatos para garantizar su conocimiento del caso y su imparcialidad en el mismo.

Una vez finalizadas las sesiones de interrogatorios, que podrían o no terminar el mismo día 17, se definirá la lista final de miembros del jurado. En ese momento, iniciarán las audiencias del juicio.

Brian Cogan será el juez que encabezará el proceso en contra de García Luna. Cabe señalar que él mismo fue quien dirigió las audiencias en el “juicio del siglo” contra Joaquín El Chapo Guzmán en 2019.

El 9 de diciembre de 2019, trece años después de iniciada la llamada “guerra contra el narco”, el máximo jefe de la estrategia de seguridad de Felipe Calderón fue detenido.

Según el Departamento de Justicia de EEUU, García Luna habría colaborado con el Cártel de Sinaloa para permitir, por medio de sobornos millonarios, el transporte de drogas desde México a aquel país entre 2001 y 2012. Además, se presume que fue informante activo de dicho grupo criminal.

Conspiración para la distribución internacional de cocaína, conspiración para distribuir, y poseer con intención de distribuir, cocaína, conspiración para importar [a Estados Unidos] cocaína y emisión de falso testimonio son los cargos que se le imputaron al exsecretario de Seguridad Pública.

Un documento reciente del gobierno estadounidense especificó que García Luna permitió el trasiego de más de 52 toneladas de cocaína en al menos seis envíos. Tres de estas operaciones habrían ocurrido durante el gobierno de Vicente Fox, cuando encabezaba la Agencia Federal de Investigación (AFI), y el resto ya durante su mandato en la Secretaría de Seguridad Pública, en el sexenio de Felipe Calderón.

A estos cargos se suma la aparente emisión de falso testimonio, ya que el Departamento de Justicia de Estados Unidos refirió en un documento que, en una entrevista posterior a su detención, García Luna mintió e incluso negó haberse reunido con miembros de alguna organización criminal.

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