Pobladores de Jesús María celebraron retirada de militares tras la recaptura de Ovidio Guzmán

Los habitantes del pueblo no pudieron salir debido a las constantes balaceras y porque las Fuerzas Armadas mantenían un cerco

Guardar
Lo habitantes de la localidad
Lo habitantes de la localidad en la que se ocultaba el Ratón, quedaron incomunicados tras el resguardo de la zona hecha por la Sedena (especial)

El terror dominó el estado de Sinaloa tras la detención de Ovidio Guzmán, alias el Ratón, durante la madrugada del jueves 5 de enero, lo que desencadenó una oleada de violencia por parte del grupo criminal de los Chapitos para tratar de liberar a uno de sus líderes.

Las calles se llenaron de hombres armados, tanto civiles como militares, quienes se enfrentaron como en una autentica zona de guerra; se realizaron narcobloqueos, saqueos, robo de vehículos, ataques a la prensa, por mencionar algunos de los hechos.

Ante el nivel de violencia comparable al del primer culiacanazo, los habitantes de Culiacán se mantuvieron encerrados en sus domicilios, puestos de trabajo y donde pudieron ponerse bajo resguardo del intercambio de fuego.

Especialmente en la Sindicatura Jesús María, lugar en el que comenzó todo por ser donde el hijo del Chapo Guzmán se escondía. Ahí se mantuvieron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y no fue hasta la tarde del viernes que salieron de la zona. Al hacerlo, los pobladores reaccionaron con alegría.

Los gritos son indistinguibles debido a la cantidad de gente que se encontraba en el lugar, quienes gritaban al unísono. No puede distinguirse si eran ovaciones y agradecimientos o bien una celebración por el hecho de que los elementos de la Sedena se retiraban del lugar que se mantuvo resguardado hasta tarde.

Pues al tratarse de la zona en la que se llevó a cabo la batalla, la Sedena mantuvo la sindicatura resguardada, prohibiendo el paso o la salida de personas que pertenecían a la comunidad.

De acuerdo con el medio Río Doce, trece comisarías y comunidades de Badiraguato fueron sitiadas por las Fuerzas Armadas, no fue hasta las 16:30 horas del viernes que por intervención de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) y la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Sinaloa, se pemitió el ingreso de personas.

Reportaron que los habitantes no tenían luz, agua ni comida en el tiempo en que estuvieron sitiados. Además, vecinos que vivieron la refriega aseguraron que hubo muchos muertos pero que los cuerpos fueron levantados por los militares.

La comunidad quedó heha una zona de guerra llena de vehículos de los sicarios baleados y abandonados; manchas de sangre de los heridos y muertos, además de que las casas de vecinos recibieron daños por los disparos, que dijeron, fueron indiscriminados.

Balaceras presentadas durante el operativo para la captura de Ovidio Guzmán.

De acuerdo con el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, el inicio de la detención se dio después de que una patrulla de la Guardia Nacional que se dirigía a la localidad se encontró con seis camionetas con hombres armados, quienes agredieron a los uniformados.

Esto inició el enfrentamiento y al retirarse para resguardarse en domicilios y seguir con las agresiones, fue necesaria la intervención de un helicóptero Black Hawk. Los delincuentes emplearon armas de alto poder contra una de las aeronaves de esa secretaría, obligando a un aterrizaje forzoso.

Finalmente, en uno de los domicilios fueron detenidos 19 personas, entre las que estaba Ovidio Guzmán, quien se identificó. Fue trasladado a la Ciudad de México en una aeronave del Ejército.

El saldo oficial fue de 30 muertos, 19 sicarios, 10 militares y un policía, además de 35 heridos. Se aseguraron 4 fusiles Barret, seis ametralladoras calibre 50 y 7.62, 20 armas largas, dos armas cortas, 111 cargadores abastecidos con cartuchos de distintos calibres, 595 cartuchos de diferentes calibres y 2 chalecos antibalas. Además, fueron asegurados 13 vehículos y otros 40 se inutilizaron, entre ellos 26 con blindaje.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar