Murió Pedro Salazar, uno de los últimos 10 hablantes de Ixcateco en Oaxaca

El hombre de 95 años era una de las últimas personas que hablaban de forma fluida el Xjuanji, también conocido como Ixcateco, aunque también fue promotor y narrador

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Pedro Salazar Gutiérrez era uno
Pedro Salazar Gutiérrez era uno de los últimos 10 hablantes de ixcateco o xuanji (Twitter/@Gunaa_huini)

La población de Santa María Ixcatlán, uno de los 570 municipios que conforman al estado de Oaxaca, despidió a un personaje con amplio reconocimiento en la comunidad. Pedro Salazar Gutiérrez, uno de los últimos 10 hablantes de la lengua Xjuanji o Ixcateco, murió a los 85 años de edad, según dieron a conocer las personas y especialistas que compartieron con él su faceta como narrador y promotor del idioma originario de su región.

Fue el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), por medio de sus redes sociales, el organismo que confirmó su lamentable fallecimiento la tarde del 6 de enero de 2023. No obstante la Biblioteca de Investigación Juan de Córdoba - FAHHO, dio a conocer el suceso un par de días antes, durante la noche del 4 de enero.

“La BIJC lamenta profundamente el fallecimiento de Pedro Salazar Gutiérrez de Santa María Ixcatlán. Don Pedro, nacido el 18 de mayo de 1927, fue uno de los últimos hablantes fluidos de la lengua ixcateca, reconocido por su dominio y conocimiento de ese idioma. Que descanse en paz”, escribió en su cuenta verificada de Twitter la @BibliotecaJdeC.

El INALI también confirmó la
El INALI también confirmó la lamentable noticia (INALI)

Pedro Salazar fue depositario de una expresión cultural que identificó a un pueblo entero. Si bien no es el municipio más grande en el estado de Oaxaca, Santa María Ixcatlán sí se caracteriza por poseer un código único. A pesar de la cercanía con otras regiones, donde se hablan otros idiomas, el xuanji o ixcateco pudo desarrollarse sin agruparlos en su vocabulario, motivo por el que goza el rango de lengua.

Además de haber cultivado el oficio y tradición de artesano tejedor de la palma, con el que realizaba objetos como sombreros y tenates o canastas, Salazar Gutiérrez era considerado uno de los mayores conocedores de su lengua. Incluso, su arraigo a ella era tan profundo que se dedicó a su promoción a través de la enseñanza a niñas y niños de preescolar y primaria en su región.

El empeño de don Pedro en mantener viva su lengua con hablantes que la dominaran ha llegado a ser respaldada por los estudiosos del campo. Y es que coinciden en que cada uno de los idiomas y lenguas que se hablan alrededor del mundo representan formas diferentes y particulares de percibirlo, a tal grado que existen conceptos con nula capacidad de permanecer o ser traducidos a otros códigos.

A pesar de los esfuerzos, el xuanji enfrenta retos complejos en la actualidad. Con 461 habitantes al 2020, de acuerdo con el INEGI, Santa María Ixcatlán es uno de los municipios menos poblados de Oaxaca. No obstante, el panorama para la lengua es aún más sombrío, pues aunque sigue estando presente entre las generaciones actuales, solamente una decena de personas la habla en su totalidad.

De acuerdo con el Atlas de los Pueblos Indígenas de México, realizado por el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), genéticamente, las lenguas más cercanas a la hablada por don Pedro son el mazateco, chocholteco y el popoloca. Además, debido al reducido número de hablantes, desde el año 2010 fue considerada en el rango de alto riesgo de desaparición.

Don Pedro Salazar era tejedor
Don Pedro Salazar era tejedor de palma y promotor del xuanji o ixcateco en su región (Twitter/@BibliotecaJdeC)

Clara Nava Reyes y Monserrat Romero Luna, antropólogas y estudiosas del ixcateco, atribuyen su desuso a las políticas posrevolucionarias que buscaron imponer al castellano como la lengua principal entre los pueblos originarios. Como resultado, las dinámicas cotidianas en el pueblo, así como las actividades desempeñadas por las personas que han migrado se desarrollan por completo en el idioma impuesto.

En una entrevista para Oaxaca Media, Pedro Salazar llegó a declarar que “no hay ninguna lengua parecida en ningún pueblo de Oaxaca”. Sin embargo, con su fallecimiento, el legado del xuanji ahora quedará depositado en Ignacia, Pedro Velasco, Cipriano, Aniceto Álvarez, Patrocinia, Rosalía, Rufina, Juanita y Gregorio, sus contemporáneos.

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