En la vida de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”, ex líder del Cártel de Sinaloa o del Pacífico, enero ha sido un mes que probablemente nunca olvidará.
La madrugada del 8 de enero de 2016 la Marina lo capturó en Los Mochis, Sinaloa, seis meses después de que se fugara de la prisión del Altiplano a través de un túnel de un kilómetro y medio que conectaba el baño de su celda con una casa aledaña a la prisión.
También, un 19 de enero, pero de 2001, el capo sinaloense se convirtió en el primer reo mexicano en fugarse del “inviolable” sistema de prisiones de máxima seguridad de México. Lo hizo de la cárcel de Puente Grande, Jalisco, supuestamente escondido en un carrito de lavandería.
Nuevamente el 19 de enero, pero 16 años después, el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto lo entregó a lo Estados Unidos, país que lo sentenció a pasar el resto de sus días en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
El 8 de enero de 2016 fue presentado en el hangar de la Procuraduría General de la República (PGR) ante los medios. Los militares lo agarraron del cuello y lo obligaron a voltear hacia las cámaras, en lo que fue un gesto humillante para el narcotraficante ante el mundo.
Y ahora, un 5 de enero de 2023, uno de los cuatro hijos que tuvo con su segunda esposa, Griselda López Pérez, fue detenido por autoridades mexicanas en el poblado de Jesús María, ubicado a 45 kilómetros de la capital de Sinaloa.
Ovidio Guzmán López no solo era uno de los narcotraficantes más buscados en México, sino también en Estados Unidos, donde se ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por su captura, alrededor de 100 millones de pesos.
Junto con su hermano Joaquín Guzmán López y sus medios hermanos, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Ovidio lideraba una fracción del Cártel de Sinaloa conocida como “Los Chapitos” o “Los Menores”.
Saldo de la operación para detener a Ovidio
La operación para detener el jueves a Ovidio Guzmán López, alias “El Ratón, dejó 10 militares y 19 presuntos delincuentes muertos, informó este viernes el gobierno mexicano.
“Diez militares (...) lamentablemente perdieron la vida en cumplimiento de su deber”, dijo a la prensa el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, indicando que además se “contabilizaron 19 fallecidos por parte de los transgresores de la ley”.
Un coronel que comandaba un batallón de infantería se encuentra entre los fallecidos, luego de que su patrulla fuera atacada durante los operativos posteriores a la captura de Guzmán en la ciudad de Culiacán (noroeste), detalló Sandoval.
Otros 35 militares sufrieron heridas de bala y reciben atención hospitalaria, mientras que 21 pistoleros fueron arrestados.
“No se tiene información de ningún civil inocente que haya perdido la vida”, destacó el general durante la conferencia mañanera del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
En medio de la ofensiva de los integrantes del Cártel de Sinaloa para rescatar a su jefe también fueron impactados un avión de pasajeros —momentos antes de despegar— y dos aeronaves de la Fuerza Aérea mexicana.
Las naves oficiales “debieron hacer un aterrizaje de emergencia, a pesar de que habían recibido un número importante de impactos”, señaló el secretario de Defensa. Ninguno de esos incidentes dejó heridos.
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