Arturo “N” y Gustavo “N”, dos exfuncionarios del antiguo jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera (2012-20128), fueron vinculados a proceso el cuatro de diciembre por su relación al espionaje de varios políticos, conocido como Caso Sterling.
El vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ulises Lara López, hizo el anuncio oficial. Gustavo “N” se desempeñó como Coordinador General de Políticas, Administración de Planeación y Organización de la entonces Procuraduría General de Justicia, mientras que Arturo “N”, era subdirector del área de la Secretaría de Gobierno.
Según la información dada, ambos posiblemente participaron activamente en la escucha de llamadas telefónicas, intervención en las líneas, así como en la lectura de mensajes y correos electrónicos, con el objetivo de seguir las actividades de algunos personajes de la política, periodistas, civiles e incluso elaborar “planes de seguridad”.
A quiénes espiaban
El Caso Sterling lleva varios años siendo investigado, su nombre surge del edificio de tres pisos que usaban para sus operaciones, pues estaba ubicado en el número 15 de la calle Manuel Márquez Sterling, en el centro de Ciudad de México.
A 600 metros de la Fiscalía capitalina, operaba este centro de inteligencia, financiado con dinero público que ha sido vinculado a Gustavo Caballero, un personaje cercano al exjefe de Gobierno. De acuerdo con Mexicanos Contra la Corrupción (MCC), contaban con 42 computadoras, varios drones y al menos 12 motos y 10 automóviles.
Entre los espiados se encontraba el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la actual jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum Pardo. Tenían en su posesión fotografías e información sobre propiedades, residencia y puntos de reunión con algunos familiares; como los tres hijos mayores de AMLO: Gonzalo, José Ramón y Andrés López Beltrán, además de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.
También estaría Patricia Mercado, quien entonces fungía como secretaria de Gobierno y Ricardo Monreal, actual senador y aspirante a la candidatura presidencial del 2024 por Morena. El actual canciller, Marcelo Ebrard Causaubón; la ahora senadora Olga Sánchez Cordero y la legisladora Yeidckol Polevnsky, también estaban entre las prioridades.
Como parte de las investigaciones abiertas, la Fiscalía contaría con material obtenido entre 2016 y 2018, que constaría con miles de conversaciones telefónicas y mensajes de aplicaciones, múltiples sábanas de llamadas y el seguimiento de al menos 119 políticos.
Los datos de MCC señalan que las labores de espionaje iniciaron aproximadamente un mes y 11 días después de que Miguel Ángel Mancera asumió el cargo como mandatario capitalino y que se desmanteló en los últimos meses de su sexenio. De hecho, cuando tomó posesión Claudia Sheinbaum se habrían dedicado a eliminar archivos.
La investigación de la Fiscalía indica que Gustavo Caballero, ingeniero en computación, quien había sido jefe de la Unidad de Investigación Cibernética de la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) cuando Mancera era el titular de la misma, dirigió a un equipo de 30 personas en la casa espía de Sterling.
Los trabajadores, entre los que posiblemente se encontrarían los recién vinculados a proceso, tenían horarios de 06:00 a 00:00 horas de lunes a viernes y de 09:00 a 16:00 horas los fines de semana. Además de escuchar las llamadas telefónicas, leer mensajes y seguir ubicaciones, organizaban planes de seguridad para la Secretaría de Gobierno.
Antes de que Claudia Sheinbaum asumiera el cargo dijo a través de su equipo de comunicación que no conocía la existencia de la “casa espía”, pero que era un “secreto a voces” que Miguel Ángel Mancera espiaba a la oposición.
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