La polémica por el supuesto plagio en la tesis de la ministra Yasmín Esquivel tambaleó sus aspiraciones por convertirse e la primera mujer en presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) - cuya presidencia se escogerá este lunes 2 de enero.
Con las investigaciones por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en pausa, ahora el prestigio de la Corte está en la mira, luego que Esquivel Mossa insistiera en mantener su candidatura tras defender, en diversas ocasiones, a la presunta originalidad de su proyecto.
Sin embargo, entre todo el embrollo e incertidumbre destacaba el silencio de Édgar Ulises Báez Gutiérrez: el ex alumno egresado de la Facultad de Derecho cuya tesis habría sido objeto de plagio por parte de la ministra según las acusaciones. Pero no fue hasta el pasado 31 de diciembre que el abogado rompió el silencio y se convirtió en una pieza clave en la controversia que ha puesto en el ojo del huracán a la Máxima Casa de Estudios y a la SCJN.
Así lo consideró el periodista Raymundo Riva Palacio al destacar que lo confesado por Báez Gutiérrez desmentiría la declaración de la ministra, en la cual destapó que “el otro alumno” reconocía ante un notario haber “tomado varias referencias de su texto”.
“El episodio del supuesto plagio se encuentra ahora en el momento donde la credibilidad se sustenta en la palabra de cada uno sobre un hecho fundamental, la presunta declaración de Báez Gutiérrez”.
En su columna para Eje Central (mismo medio al que Édgar Ulises declaró), Riva Palacio recordó que la ausencia del egresado de la Facultad de Derecho en la polémica obedeció a la recuperación de una neumonía - lo que, por ende, descartaría de igual modo la versión de una supuesta declaración notariada de su parte.
“El abogado no tiene mejor prueba de que su dicho es verdad que mostrar cuántos días ha estado encamado con neumonía, que habría hecho imposible rendir esa declaración, realizada supuestamente hace unos 10 días”, declaró el columnista, no sin antes subrayar que el acceso de Yasmín Esquivel a las supuestas notarías no está legalmente permitido.
En ese sentido, Raymundo señaló cómo se habría construido el blindaje de la ministra titulada por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón rumbo a la renovación de la presidencia de la Corte; esto, optando por lanzarse específicamente contra Báez Gutiérrez quien contaba con “un buen perfil” para ser acusado de plagio: “Huraño y muy solo, parecía vulnerable”, señaló.
La estrategia se compondría de dos factores: el primero, una presunta declaración donde pareciera que “el abogado se había doblado”. Y el segundo, la filtración de investigaciones en contra de Édgar Ulises por la supuesta comisión de delitos, entre ellos sexuales, que no se concretaron en acciones judiciales.
Y aún cuando los operadores políticos de la ministra intentaron aplanar los baches del camino de la ministra rumbo a la presidencia de la Corte, Riva Palacio afirmó que la declaración de Báez sería un nuevo tope en dicho trayecto.
“Lo que no calculó quien propuso culparlo de plagio (...) es que Báez Gutiérrez diera la cara para desmentir a Esquivel, a escasas 48 horas de que la Suprema Corte vote para elegir a quien la encabezará”.
Esto, no sólo intensificó la confrontación pública entre los dos personajes “asimétricos de perfiles”, también, aseveró el columnista, ha vuelto a evidenciar las supuestas intenciones del presidente Andrés Manuel López Obrador de instaurar a Esquivel Mossa - una cercana a él - en la Suprema Corte a base “de presiones políticas y maniobras para encontrar chivos expiatorios”.
“Ya veremos hoy si ministros y ministras entregan la Corte a López Obrador, o la preservan como poder autónoma a sabiendas que ese camino significará una confrontación política con el presidente por el resto del sexenio”, atajó.
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