La violencia no dio tregua en Ciudad Juárez, Chihuahua, pues en el primer día del año se registró un motín que acabó con la vida de 14 personas y causó lesiones a por lo menos una docena de individuos.
Con este trágico suceso, el Centro de Reinserción Social (Cereso) No. 3, ubicado entre el desierto y el Aeropuerto Internacional de la ciudad fronteriza, registró la quinta masacre en los últimos 14 años.
Las disputas entre grupos criminales por el control de la plaza han sido el principal motivo de estos cruentos episodios, pues Ciudad Juárez es un punto clave para las redes de trasiego de drogas hacia Estados Unidos.
El Cereso estatal No. 3 de Ciudad Juárez fue el último de la entidad en recibir la certificación de la Asociación Americana de Correccionales (ACA). Obtuvo dicho reconocimiento en 2014, luego de una remodelación y de haber cumplido con el 100% de los requisitos.
Marzo de 2009: el primer baño de sangre
Eran las 06:27 de la mañana del 4 de marzo de 2009 cuando, al final de la visita conyugal, un grupo de internos adscritos a la banda de Los Aztecas —brazo armado del Cártel de Juárez— se dirigió al área de máxima seguridad del penal, en donde estaban recluidos integrantes de Los Mexicles y Artistas Asesinos, células fieles en ese entonces al Cártel de Sinaloa.
Con objetos punzocortantes y armas de fuego hechizas (es decir, fabricadas de manera casera), los pandilleros amenazaron a los custodios y se adentraron en las celdas de sus rivales. Según informó Óscar Hermosillo, el director del penal en ese entonces, Los Aztecas lograron quitarles las llaves del área de alta seguridad a los oficiales.
El saldo de aquella atroz agresión fue de 20 reclusos asesinados y siete heridos. Fue el primer ataque registrado dentro de los muros del Cereso No. 3, que llevaba sólo cuatro años de funcionamiento.
Mientras llegaban elementos de la extinta Policía Federal Preventiva, más de 100 reos escalaron hasta el techo de los módulos de la prisión. Más de dos horas después, cerca de las nueve de la mañana, 100 agentes de la PF rociaron gas lacrimógeno a los reclusos para dispersarlos. Fue sólo hasta ese momento que lograron entrar y se encontraron con la brutal escena.
Fue necesaria la asistencia del Ejército Mexicano para contener a los presos y detener la refriega. Alrededor de las 10 de la mañana, las autoridades lograron controlar la situación.
Julio de 2011: el motín de más de seis horas
Sobre el enfrentamiento ocurrido durante la noche del lunes 25 y el martes 26 de julio de 2011 existen múltiples versiones. Algunas apuntaron una posible riña entre miembros de los cárteles de Juárez y de Sinaloa por el control de la venta de drogas al interior del centro penitenciario.
Otros reportes señalaron que todo habría sido detonado por un intento de fuga masiva de integrantes de Artistas Asesinos. En lo que coinciden los informes es que, después de más de seis horas de terror, 17 reclusos fueron asesinados y 150 resultaron lesionados.
Información de medios locales, retomada por Proceso, destacó que hubo graves omisiones por parte del personal directivo y de vigilancia del penal, ya que las armas utilizadas para el múltiple homicidio ya estaban en poder de los agresores. Es decir, no les fueron arrebatadas a los custodios.
“Todos murieron a balazos, tenemos la presencia de seis armas de diferentes calibre, una R-15 que ya fue asegurada, y .223, .9 milímetros, .38, una escopeta calibre 12, además de una granada de gas”, detalló el exfiscal Jorge González Nicolás en una entrevista.
Además, al hacer una reconstrucción de los hechos con base en testimonios y los videos de las cámaras de vigilancia, se encontró que había varias puertas abiertas en el Cereso y que en el área de “prisión preventiva”, donde ocurrió la masacre, había más gente de la que debía.
Noviembre de 2019: el cateo que incendió a Ciudad Juárez
El 5 de noviembre de 2019 se llevó a cabo un operativo de revisión al interior del reclusorio que fue el detonante para que los grupos criminales infundieran el horror en toda la ciudad por varios días.
La presencia de al menos 850 elementos de los tres niveles de gobierno, incluida la Guardia Nacional, desató una violenta reacción de la facción de Los Mexicles. Diez personas asesinadas, seis civiles heridos, 15 vehículos incendiados y un ataque armado a un edificio de gobierno fue el saldo de la primera jornada de violencia.
Se registraron al menos 15 ataques en menos de diez horas. Después de cuatro días, el balance fue de 26 asesinatos y hasta 37 vehículos en llamas, incluidas unidades de transporte público.
En el mismo 2019, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Chihuahua reconoció que los grupos criminales son quienes controlan el penal de Juárez. En su Diagnóstico del Sistema Penitenciario, de Reinserción Social y Preventivo quedó asentado que los reos tienen en su poder las llaves de acceso a distintas áreas del reclusorio.
Agosto de 2022: la riña que evidenció una ruptura en el Cártel de Sinaloa
El 11 de agosto quedó marcado como uno de los días más violentos para la ciudad fronteriza. Presuntamente, el caos desatado aquel día habría sido ordenado por Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz, El Neto, líder de Los Mexicles, en un intento por evitar su traslado a un penal federal.
Todo inició con un ataque directo por parte de Los Mexicles hacia miembros de Los Chapos al interior del Cereso No. 3. Hasta ese día, se pensaba que ambas células criminales se mantenían fieles al Cártel de Sinaloa, pero la agresión reveló un posible cambio en las inclinaciones del Neto y sus subordinados.
Especialistas en el tema incluso señalaron una posible alianza de estos con Los Aztecas para enfrentarse al grupo del Chapo Guzmán y el Mayo Zambada.
Como resultado de la confrontación dentro del centro penitenciario perdieron la vida tres internos. Posteriormente, una serie de balaceras, incendios provocados y hasta detonaciones de explosivos en la ciudad derivaron en la muerte de otras ocho personas. El saldo final de aquella sangrienta jornada fue de 11 personas asesinadas y al menos 20 heridas.
Enero de 2023: la liberación de un líder “desalmado”
Durante el horario de visita familiar del 1 de enero de 2023, un comando armado atacó el Cereso No. 3 y provocó una reyerta en la que lograron fugarse 24 reos, según el conteo oficial.
Con 17 armas largas y cuatro armas cortas, presuntos integrantes de Los Mexicles irrumpieron en la prisión y asesinaron a 10 oficiales. Durante el enfrentamiento, cuatro internos también perdieron la vida.
Entre los criminales que habrían escapado del penal de Ciudad Juárez, según reportes confirmados por el exgobernador Javier Corral, estaría El Neto, identificado como uno de los generadores de violencia más peligrosos de la región.
Este macabro inicio de año sumó un capítulo más al historial de masacres en los que ha estado involucrado este centro penitenciario.
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