Los poderosos grupos de mercenarios que trabajan bajo las órdenes de “El Mencho”

“Ahora tiemblan los soldados, cuando miran mi comando ni se acercan”, dice uno de los tantos corridos que han sido compuestos en “honor” a Nemesio Oseguera Cervantes, mejor conocido como El Mencho. La fama que el capo de 56 años se ha ganado es, en parte, por el poderío que tiene su organización criminal en México: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como queda constatado en la canción de Lenin Ramírez.

El cártel de las cuatro letras es una estructura delictiva transnacional. Además de tener presencia en al menos 28 de los 32 estados de la República, también cuenta con alianzas en otras partes del mundo. Sus actividades se han expandido a Nicaragua, Ecuador, Perú y Chile, según la experta en crimen organizado e investigadora de Brookings Institution, Vanda Felbab-Brown.

Su avance dentro y fuera de México tiene que ver con su dominio en la distribución de drogas en Estados Unidos, como cocaína, metanfetamina y fentanilo. Pero también responde al ejército de hombres armados que ha conformado desde el 2009, cuando comenzó a tomar un mayor poder dentro del crimen organizado (de acuerdo con fechas del Departamento de Estado de EEUU).

Armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, ropa táctica estilo militar, lanzacohetes, granadas, vehículos blindados (conocidos como “monstruos”), drones y demás tecnología sofisticada son algunos de los artículos que disponen los diferentes brazos armados del CJNG para llevar a cabo sus actividades ilícitas.

Según informes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) filtrados por el grupo Guacamaya, el cártel encabezado por El Mencho cuenta con al menos cinco grupos principales de mercenarios y hombres entrenados para llevar a cabo diferentes tareas: desde protección a los altos mandos de la organización criminal hasta bloqueos carreteros, quema de vehículos y ejecuciones, todo impregnado de un ambiente de extrema violencia.

El reporte de inteligencia, dado a conocer por 24 Horas, indica que el CJNG ha creado varios “miniejércitos” integrados por sicarios que han sido entrenados en la Sierra de Jalisco. De esa manera se conforman varias células que se distribuyen en diferentes regiones del país para hacerle frente a otros grupos criminales con los que mantienen disputas y rencillas.

Cada uno de estos “miniejércitos” cuenta con una insignia que los identifica y tienen labores específicas. Algunos de ellos suelen dejar en evidencia el poderío que tienen en videos grabados por sus integrantes, en los que se les observa con armas de grueso calibre.

Los encargados de brindar protección a Nemesio Oseguera, según el informe de la Sedena, son los miembros de las Fuerzas Especiales Mencho (FEM). Su logo está conformado por una calabera sonriente y las siglas “F.E.M” y “CJNG” colocadas en la parte superior, sobre un fondo verde.

Sus integrantes visten con ropa camuflada estilo militar, desde las botas hasta los cascos. Además de los videos filtrados en internet, también han sido exhibidos por fotógrafos de Cuartoscuro, quienes los han retratado con vehículos tipo monstruo, metralletas y armas de diverso calibre, sin temor de que sean identificados por las autoridades.

En marzo de este 2022, circuló un video en redes sociales en el que sus miembros lanzaban una advertencia contra un sujeto identificado como El Chaparro, quien controlaba otra célula criminal, y lo responsabilizaron por la masacre de San José de Gracia, Michoacán, perpetrada en el mes de febrero.

Este “miniejército” se encargaría de combatir a los grupos rivales y tiene presencia en varias partes de Michoacán, Guanajuato y Zacatecas. Su insignia es muy parecida a la Fuerzas Especiales Mencho, solo que en la parte inferior se lee “GRUPO ELITE”.

En julio de 2020 se difundió un video en el que se observa a un grupo de alrededor de 75 personas con 80 armas, como ametralladoras, fusiles y lanzagranadas, quienes fueron identificados como integrantes de este grupo. También se aprecian 19 vehículos con blindaje artesanal, en un acto por exhibir su capacidad de operación.

De acuerdo con el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, este brazo armado surgió en 2019 bajo el mando de Juan Carlos González, alias El 03. Sin embargo, descartó que haya tenido reportes de alguna confrontación directa con las fuerzas de seguridad.

El Grupo Élite Delictivo de Reacción Inmediata también ha sido identificado como uno de los principales brazos armados que trabajan para El Mencho. Según los informes filtrados de la Sedena, opera en Los Altos de Jalisco.

Su símbolo es la cara de una especie de mamífero con antifaz y tiene marcadas las siglas GEDDRI en la parte inferior. Gonzálo Mendoza Gaytán, alias El Sapo, sería uno de sus presuntos miembros y se presume que también tiene presencia en Puerto Vallarta, donde fue asesinado el exgobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, en 2020.

El Brazo Armado del 15 es otro de los “miniejércitos” del CJNG, el cual habría sido creado con un objetivo en particular: disputar el territorio a los Viagras en la zona conlindante con Michoacán. Su logo es un mapa de Jalisco, en referencia al bastión del cártel de las cuatro letras.

Por su parte, el Grupo Delta ha sido vinculado con crímenes de alta relevancia, como el atentado contra el exfiscal de Jalisco, Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, en 2018, así como el asesinato del empresario guanajuatense, Felipe Tomé, asesinado en 2020.

La primera vez que una autoridad reconoció la existencia del Grupo Delta fue en septiembre de 2018, cuando la entonces responsable de la Fiscalía de Jalisco, Marisela Gómez Cobos, confirmó la detención de cuatro miembros.

Los Cabos es otro grupo que supuestamente habría sido integrado por Edgar Herrera Pardo, alias Caiman, Carlos Lorenzo Hinojosa, alias Cabo 96, Edgar Pérez Villa, alias Cabo 89, así como Israel Alejandro Vázquez, alias Cabo 50. Su tarea sería asegurar el control del CJNG en Baja California, empleando actos violentos en la entidad.

Se estima que el Cártel Jalisco Nueva Generación cuenta con alrededor de 36 células armadas para hacer frente a grupos rivales, como el Cártel de Sinaloa o Cárteles Unidos, según la consultoría Lantia Intelligence.

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