“Kukulkán está enojado”: turistas captaron la formación de un remolino en pirámide de Chichén Itzá

Turistas compararon la pequeña tromba con el fenómeno arqueoastrónomico “La Serpiente Emplumada”, que se deja ver cada equinoccio de primavera

Guardar
(Captura de pantalla: Twitter/BrianRoemmele)
(Captura de pantalla: Twitter/BrianRoemmele)

Decenas de turistas en la zona arqueológica de Chichén Itzá, en el estado de Yucatán, fueron sorprendidos cuando presenciaron la formación de un remolino de polvo justo enfrente de la pirámide “El Castillo”, conocida por ser el templo de Kukulkán (Quetzalcóatl), construida por los mayas en el Siglo XII.

Segundos después de que se levantó la tierra y comenzó a girar al pie de la pirámide, los visitantes lejos de alarmarse y correr, se acercaron a grabar el momento.

Cabe mencionar que el video de la pequeña tromba fue difundido este 27 de diciembre por un internauta identificado como Brian Roemmele, pero se viralizó hasta la tarde de este miércoles.

Al final del videoclip de 59 segundos, se escucha a un hombre con acento yucateco decir  “Kukukcán e´ta enojado”.

Incluso, hubo quienes lo compararon con el fenómeno arqueoastrónomico “La Serpiente Emplumada”, que se deja ver cada equinoccio de primavera.

Roemmele aprovechó para recordar otro de los grandes atractivos de la pirámide “El Castillo”: si aplaudes frente a él, se te presentará el sonido del Pájaro Quetzal.

“Chichén Itzá tiene un artefacto sónico bastante asombroso y hermoso [...] Considere la cantidad de planificación e ingeniería que esto requiere”, escribió.

Chichén Itzá, corazón del imperio Maya

Foto: Tw/@INAHmx
Foto: Tw/@INAHmx

La pirámide de Kukulcán se eleva con precisión geométrica en medio de una explanada que hace mil años fue el centro político, religioso y cultural del imperio maya. Chichén Itzá significa “boca del pozo de los itzaes”, en alusión al cenote situado al norte de la pirámide y que era considerado un enclave sagrado, además de una fuente de agua dulce esencial para aquella ciudad de templos y sabios astrónomos.

El recinto arqueológico ocupa 15 km2, es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1998 y constituye uno de los testimonios mejor preservados de la civilización maya. El estudio de los grabados y la disposición de los edificios ha revelado que los mayas conocían el ciclo de Venus de 584 días y el hecho de que cada 8 años retornase a la misma posición en el cielo, lo que se reflejaba a su vez en el calendario maya. El edificio que los españoles llamaron el Caracol era un observatorio astronómico.

El emplazamiento de la ciudad, rodeada de selva y a más de 100 kilómetros de la costa, sume al visitante en una especie de ensoñación que lo conduce entre monumentos sensacionales: la cancha del Juego de Pelota, la calzada que lleva al Cenote Sagrado, las esculturas del dios Chaac, los relieves de la Casa de las Monjas o las cabezas de la Serpiente emplumada (Quetzalcóatl o Kukulcán). Estos son sus emplazamientos más destacados.

Pirámide “El Castillo”

Foto:
Cuartoscuro
Foto: Cuartoscuro

Este templo es el edificio principal de la ciudad de Chichén Itzá. Su estructura pone de manifiesto los conocimientos de los mayas sobre matemáticas, astronomía, geometría y acústica. Su perfecta simetría representa el calendario maya: 18 cuerpos (el número de meses, de 20 días cada uno) y 365 peldaños (días del año), cinco de los cuales se consideraban nefastos.

Al pie de la escalinata sorprenden las cabezas de serpiente que hacen referencia a Kukulcán, la serpiente emplumada, una deidad maya. En otras lugares de los templos de Chichén Itzá también se hallan representaciones de algunas partes del cuerpo de una serpiente.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar