Parte 2
Durante varios años, el mes de diciembre no sólo ha marcado el final del calendario, sino que también ha definido el rumbo del narcotráfico en México debido a los hechos que han ocurrido en alguno de sus 31 días.
La venganza contra Bayardo del Villar, el agente que “jugaba” para tres equipos
En 2008, un año antes de que Arturo Beltrán Leyva fuera asesinado por agentes de la Marina en un operativo, los altos mandos del Cártel de Sinaloa (CDS) temían por el destino de la organización. A mediados de aquel año, agentes estadounidenses obtuvieron información respecto al paradero de Jesús Reynaldo Zambada Reyes, mejor conocido como El Rey, hermano de Ismael El Mayo Zambada.
El 20 de octubre, las fuerzas federales y la Policía Metropolitana se trasladaron a un domicilio de la colonia Lindavista, en la Ciudad de México, en donde El Rey y su gente los recibieron con una lluvia de balas.
Durante el enfrentamiento, El Rey Zambada intentó utilizar sus influencias para librarse del operativo y llamó a Édgar Enrique Bayardo del Villar, entonces comandante de la Policía Federal Preventiva (PFP). El agente, además de formar parte de la PFP, era informante de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y del Cártel de Sinaloa.
Se presume que el grupo criminal encabezado por El Mayo le pagaba a Bayardo del Villar hasta 25.000 dólares mensuales a cambio de información y protección.
A pesar de la insistencia, el comandante no pudo hacer nada para salvar a Reynaldo Zambada que, después de un intenso enfrentamiento, fue detenido junto con su hijo, Jesús Zambada Reyes.
Bayardo del Villar fue capturado ese mismo año y en diciembre se convirtió en testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR) en la investigación contra los líderes del cártel sinaloense (como El Rey).
Sin embargo, el no haber auxiliado al hermano del Mayo le costó la vida. La mañana del 1 de diciembre de 2009, el exjefe policiaco acudió a una cafetería de la alcaldía Benito Juárez, en la CDMX.
La muerte interrumpió su desayuno cuando un sujeto descargó la ráfaga de una metralleta en su contra para, después, huir junto con su cómplice en una camioneta con placas del Estado de México. Bayardo del Villar perdió la vida al instante y dos personas más resultaron heridas.
Al día de hoy, se desconoce el paradero del Rey Zambada, pues desapareció inmediatamente después de haber testificado durante el juicio de Joaquín El Chapo Guzmán. Aparentemente habría llegado a un acuerdo con las autoridades estadounidenses, pues en mayo de 2021 se eliminaron todos los cargos en su contra.
Respecto a su hijo, el informe oficial es que se suicidó el 20 de noviembre de 2009 en una casa de la colonia Santa Úrsula. Jesús Zambada, al igual que Bayardo del Villar, murió mientras era testigo protegido de la PGR.
La falsa muerte del ‘Chayo’ Moreno
Nazario Moreno González, alias El Chayo, es uno de los personajes más tristemente célebres de la historia del narcotráfico mexicano. Apodado por él mismo como El Más Loco, fue uno de los fundadores de Los Caballeros Templarios y se encargó de sembrar el terror en Michoacán, la tierra donde inició la guerra contra el narco de Felipe Calderón.
Las historias que se cuentan sobre El Chayo en aquel estado lo han convertido en un santo para sus seguidores. Además de ser narcotraficante, era un predicador y entusiasta del esoterismo. Incluso el propio gobierno, sin quererlo, alimentó la beatificación de este capo cuando lo declaró muerto erróneamente.
En diciembre de 2010, durante uno de los puntos más álgidos de la afrenta contra el narco, la cacería de Nazario Moreno dejó a su paso múltiples bloqueos y la muerte de sicarios, policías y civiles por igual. El día 10 de aquel mes, Alejandro Poiré, entonces secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, emitió un informe en el que aseguró que El Chayo había sido abatido durante un enfrentamiento con militares.
La aseveración fue difundida a nivel nacional pese a que el gobierno no tenía ningún cuerpo como evidencia. La justificación fue que el cadáver del líder criminal habría sido recogido por sus compañeros del cártel (como ocurrió dos años después con el de Heriberto Lazcano).
La versión sobre la muerte del Chayo se derrumbó cuando las fuerzas federales se lo encontraron por segunda vez durante un enfrentamiento en Tumbiscatío, Michoacán, el 9 de marzo de 2014.
Para erradicar cualquier tipo de duda, los agentes de la Marina se encargaron de que el cadáver de Moreno llegara al Servicio Médico Forense (Semefo). Ahí se le practicaron distintas pruebas de ADN y, gracias a las huellas dactilares, se pudo confirmar la muerte definitiva del líder criminal.
La captura de Genaro García Luna
El 9 de diciembre de 2019 fue una de las fechas más relevantes para la historia del narcotráfico en México. Cerca del 13 aniversario del inicio de la guerra contra los cárteles, Genaro García Luna, el máximo líder de la estrategia de seguridad de Felipe Calderón, fue arrestado en Estados Unidos.
En aquel entonces, el Departamento de Justicia de EEUU especificó que, aparentemente, García Luna le habría brindado todas las libertades al Cártel de Sinaloa para mover droga desde México al país vecino entre 2001 y 2012. Además, identificaron que se había desempeñado como informante del grupo criminal del Chapo y El Mayo.
Conspiración para la distribución internacional de cocaína, conspiración para distribuir, y poseer con intención de distribuir, cocaína, conspiración para importar [a Estados Unidos] cocaína y emisión de falso testimonio son los cargos que se le imputaron al exsecretario de Seguridad Pública.
Su vinculación con el grupo criminal salió a la luz durante el juicio en Nueva York contra El Chapo. El Rey Zambada confesó que García Luna habría recibido millones de dólares en sobornos. A pesar de los intentos por que se le retiren los cargos relacionados con la distribución de drogas, en octubre de 2022 la fiscalía encargada del caso presentó nuevas pruebas en su contra, entre las que están una fotografía y más de 500 horas de grabaciones de audio.
El juicio en contra de García Luna se llevará a cabo el 9 de enero de 2023 y se espera que acuda al menos una veintena de testigos, entre los cuales podrían aparecer Édgar Valdez Villarreal, alias La Barbie, o el propio hermano del Mayo Zambada.
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