El embajador de México en Perú, Pablo Monroy Conesa, tras haber sido nombrado como persona non grata en el país donde trabajaba, envió un mensaje de despedida y gratitud a través de sus redes sociales.
Fue el pasado 20 de noviembre que el embajador recibió el ultimátum por parte del gobierno de Dina Boluarte, que indicó que tenía 72 horas para abandonar Perú, debido a los comentarios que hicieron funcionarios mexicanos sobre los asuntos políticos internos.
“Tales expresiones constituyen una injerencia en los asuntos internos del país y por ende son violatorias del principio de no intervención”, acusó el ministerio de relaciones exteriores de Perú.
Ante ello, Pablo Monroy se mantuvo en ese país hasta la fecha límite. A su salida para llegar a México, el funcionario dedicó un cálido mensaje de “hasta luego”.
“Un abrazo solidario, con afecto y lleno de gratitud, querido Perú. Hasta que nos volvamos a ver”
A pesar de que Pablo Monroy regresó el 22 de diciembre a México tras la instrucción de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para salvaguardar su integridad, la embajada no quedará abandonada, pues en su lugar estará la primera secretaria Karla Tatiana Ornelas Loera, actual jefa de Cancillería de la Misión, para que siga dirigiendo y brindando ayuda a los connacionales que lo requieran.
“México cree firmemente en el diálogo y seguirá manteniendo los canales de comunicación abiertos con todos los interlocutores, especialmente para atender las necesidades de los mexicanos avecindados en el Perú”, dijo la cancillería.
El vuelo en el que regresó el funcionario aterrizó a las 22:20 horas en el Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México (AICM). El viaje se efectuó sin retrasos y se reportó que Monroy no tiene ningún problema de salud.
Luego de la expulsión del embajador México y que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no reconoció a Dina Boluarte como mandataria actual, no se romperán relaciones con Perú. El mandatario explicó en la mañanera del 21 de diciembre que es “entre otras cosas, porque necesitamos mantener nuestra embajada para dar protección a los mexicanos que viven en Perú. La embajada continúa en su función”.
No obstante, calificó la acción contra el embajador como “arbitraria” y lamentó que optaran por la “represión”, asimismo, refrendó su apoyo a Pablo Monroy, quien en ese momento continuaba en el país sudamericano.
“Sabemos distinguir muy bien, entre lo que es el pueblo de Perú, que es un pueblo hermano, y la actitud de la llamada clase política, de los grupos de poder económico y político, que son los que han mantenido esta crisis por sus intereses”, aseguró el mandatario federal.
Además del embajador, también viajó de Perú a México la exprimera dama, Lilia Paredes junto a sus dos hijos menores de edad por el salvoconducto de asilo político que brindó la cancillería.
Desde que Castillo fue detenido, cuando se dirigía a la embajada mexicana, el presidente AMLO dijo públicamente que otorgaría esta protección, según el convenio que se encuentran ambos países.
México tiene una larga tradición de otorgar asilo a diversos políticos y personalidades, entre los más conocidos se encuentran el revolucionario ruso León Trotski y el cineasta español Luis Buñuel; y, más recientemente, fue asilado el expresidente boliviano Evo Morales.
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