El pasado miércoles, Lilia Paredes, esposa del expresidente de Perú Pedro Castillo, quien se encuentra detenido en ese país sudamericano, abordó un avión con destino a México, en donde se le otorgó asilo político a ella y a sus dos hijos menores. Esta decisión provocó que el embajador de México en Perú, Pablo Monroy, fuera declarado persona non grata, y expulsado de ese país.
Castillo fue encarcelado luego de intentar disolver el Congreso de Perú, y dar un autogolpe de Estado. Fue el mismo miércoles que la esposa del expresidente peruano llegó a México, así lo dio a conocer el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) Marcelo Ebrard Casaubón, por medio de su cuenta de Twitter.
“Les informo que la familia de Pedro Castillo ya está en la Ciudad de México. Nuestro país ha honrado su tradición de asilo. Reconozco al Embajador Pablo Monroy la eficacia de sus gestiones en circunstancias complejas”, escribió Ebrard en su cuenta oficial de Twitter tras concretarse el asilo político.
Este es uno más de los asilos políticos que otorga México, pues en nuestra nación,como mencionó Ebrard en su tuit, es una tradición hacerlo desde hace varias décadas.
Estas son algunos de los personajes importantes a los que México les ha abierto los brazos tras tener algún tipo de conflicto en su país de origen.
Evo Morales
El expresidente de Bolivia se refugió en México en 2019 luego de renunciar a la presidencia de ese país sudamericano por presiones políticas. Fue el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien le ofreció al político boliviano la opción de refugiarse en México, pues en Bolivia, dijo AMLO, su vida corría peligro.
Tras esto, Morales dijo que el presidente mexicano le había salvado la vida, sin embargo, poco después se retiró a Argentina, pues dijo que prefería estar en ese país por la cercanía con su país de origen.
Giuseppe Garibaldi
La Plaza Garibaldi se llama así por este personaje, que fue un asilado político en México. Llegó a México en 1911, luego de haber combatido en Grecia durante la Guerra de ese país contra Turquía, además de que participó en la Guerra de los Balcanes.
En América también participó en la Revolución Libertadora, llevada a cabo en Venezuela, contra Cipriano Castro. En México, el australiano con ascendencia italiana, que fue bautizado como Peppino, también tomó las armas y se unió al Ejército Maderista durante la Revolución.
José Martí
El poeta cubano es considerado el ideólogo de la Independencia de Cuba, y más tarde, sirvió de inspiración al expresidente de esa nación Fidel Castro, para comenzar la Revolución Cubana.
Llegó a México en 1875 luego de que sufriera un exilio por parte de España a forma de castigo por su apoyo independentista en Cuba. Su asilo político duró, aproximadamente, un año.
León Trotsky
En 1929, León Trotsky, uno de los artífices de la Revolución Rusa de 1917, fue exiliado de su país cuando Iósif Stalin se hizo del poder. El revolucionario consiguió asilo en Noruega, sin embargo, existieron denuncias que aseguraban que Trotsky mantenía actividades políticas que violaban la legislación de los asilados, por lo que el 18 de diciembre de 1936 salió de ese país.
La influencia de Trotsky no solo se vio en Europa, sino que se extendió hasta América Latina, y fue gracias a la intervención del muralista mexicano Diego Rivera, quien pertenecía a la Liga Comunista Internacionalista, que el presidente de ese momento en México, Lázaro Cárdenas del Río accedió a otorgarle asilo político al hombre de origen ucraniano.
Trotsky llegó a México el 11 de enero de 1937 y fue asesinado también en México, en 1940.
Shah de Irán
Mohammed Reza Palheví fue el último Shah de Irán. Él y su familia tuvieron que refugiarse en tierras mexicanas luego de la Revolución Islámica, con el apoyo de personajes como David Rockefeller, magnate estadounidense, lograron que la familia pudiera asentarse y obtener el apoyo del gobierno del entonces presidente José López Portillo.
Fidel Castro
En 1950, un joven Fidel Castro intentó derrocar al dictador Fulgencio Batista, sin embargo, falló en su intento y terminó encarcelado por 2 años.
Una vez que salió libre, pidió asilo en México, y llegó a nuestro país en 1955. El revolucionario aterrizó en Mérida, Yucatán, al sureste de México, y pasó por Campeche y Veracruz antes de llegar a la Ciudad de México, donde su hermano Raúl y otros compañeros lo esperaban. Su lugar de reunión era la casa de la cubana María Antonia González, en la colonia Tabacalera.
Fue en ese mismo lugar, en el departamento de la colonia Tabacalera, donde conoció a Ernesto Che Guevara, quien se unió al movimiento para terminar con la dictadura cubana.
Rigoberta Menchú
La defensora de los Derechos Humanos llegó a México escapando de la represión que existía en su país de origen: Guatemala. Desde los 19 años, fue activista y comenzó a militar en el Comité de Unidad Campesina (CUC) que exigía mejores condiciones laborales y el reconocimiento de la población indígena de ese país.
Llegó a México tras el asesinato de su familia. Su hermano menor fue secuestrado y asesinado por el ejército, su padre quemado vivo junto a otros 29 ocupantes de la embajada española, y pocos meses después, su madre también fue asesinada.
Llegó a Chiapas y fue protegida por el obispo Samuel Ruíz García. En México escribió su autobiografía para luego comenzar a viajar por el mundo exponiendo las injusticias a las que era sometido el pueblo guatemalteco.
En 1922 fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz y actualmente se dedica a actividades en favor de los derechos humanos.
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