Ismael Zambada Imperial, mejor conocido como “El Mayito Gordo”, está próximo a saber si un juez federal de México le concede el amparo que promovió contra la sentencia de 10 años de prisión que se le dictó por el delito de portación de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
De acuerdo con los registros oficiales, después de su detención, en noviembre de 2014, y luego de que un juez federal le dictara sentencia en 2017 por violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego, la defensa del “Mayito Gordo” ha buscado por todos lo medios reducir la sentencia a 10 años que cumpliría en 2024.
En 2019, dos años después de su detención, el hijo de Ismael “El Mayo” Zambada García fue extraditado a Estados Unidos, donde era requerido por ingresar a su territorio entre mayo de 2005 y julio de 2014 grandes cargamentos de marihuana, cocaína, metanfetamina y heroína.
En un primer momento “El Mayito Gordo” se declaró inocente de los cargos que se le imputaban, pero después decidió declararse culpable para llegar a un acuerdo con las autoridades estadounidenses de pagar USD 5 millones como compensación.
Zambada Imperial se encontraba preso en el Centro de Detención Metropolitano de San Diego, en California, pero este año trascendió que había dejado de estar la semana pasada bajo custodia del Departamento de Prisiones de Estados Unidos (BOP, por sus siglas en inglés).
Se sabe que no hizo valer su derecho de ser enviado a México, pues en su lugar decidió quedarse en el estado de California, Estados Unidos, donde permanece bajo libertad condicional.
La decisión de Zambada de permanecer en EEUU implica que deberá seguir ciertas normas a lo largo de los siguientes tres años.
Según información de US Marshals (Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos), Zambada Imperial o “Mayito Gordo” se encuentra en un domicilio al sur de California, pero su ubicación exacta solo es conocida por funcionarios de la oficina de libertad condicional, así como los elementos del Cuerpo de Alguaciles, algunos miembros de su familia y sus abogados.
Huida por la sierra en cuatrimoto
Algunas de las medidas que el hijo del Mayo deberá acatar en EEUU son: conseguir un trabajo supervisado por el Departamento de Libertad Condicional, vivir cerca del área federal que le sea asignada y no consumir ninguna droga ni portar ningún tipo de arma. Tampoco podrá tener contacto con su padre, el Mayo Zambada, ni tampoco con hermanos, familiares o personas relacionadas con el Cártel de Sinaloa u otras personas vinculadas con actividades delictivas.
El 12 de noviembre de 2014 fue detenido en el poblado de La Estancia de Los Burgos, en la sindicatura de El Salado. Se encontraba junto a otros integrantes de Los Ántrax, uno de los brazos armados del Cártel de Sinaloa, identificados como Noé, Francisco, Ramón y Esteban.
Les aseguraron cuatro fusiles AK-47, una pistola calibre 9 milímetros, cuatro armas cortas, un fusil, una caja de plástico con 46 cargadores para calibre 7.62x39 milímetros, 11 cargadores para calibre 5.56, cinco cargadores para pistolas, un casco tipo militar, 2 mil 107 cartuchos y dos envoltorios con droga: uno con marihuana y otro con metanfetamina (cristal).
En su declaración, Zambada Imperial dijo que la detención no se correspondió con la versión oficial de las autoridades. Él mismo detalló que alrededor de las 09:00 horas de ese día se encontraba en la casa de sus abuelos cuando se percató de la presencia de helicópteros de la Secretaría de Marina (SEMAR). Ante ello, decidió intentar escapar en una de sus cuatrimotos.
Después de llegar a otro poblado, “El Mayito Gordo” abandonó el vehículo todoterreno y se adentró en uno de los montes para escapar de la vista del helicóptero que lo seguía. Según su propia versión, caminó por más de tres horas en la sierra sinaloense.
Luego, detalló, se escondió en un arroyo y se dirigió a una escuela donde estaban trabajando unos 10 albañiles. Ahí trató de esconderse en uno de los salones, pero al poco tiempo los efectivos de la Marina ingresaron al plantel, lo sometieron y se lo llevaron en una camioneta oficial.
Posteriormente, explicó, lo torturaron para que aceptara pertenecer al Cártel de Sinaloa y a bordo de un helicóptero de la institución lo llevaron al aeropuerto de Culiacán, donde abordó un avión que lo trasladó a la Ciudad de México.
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