Franco Harris, quien fue reconocido por su amplio palmarés como jugador profesional de la National Football League (NFL) aunque también por su habilidad y suerte para dar vida a la jugada más icónica en la historia conocida como la “Inmaculada Recepción”, murió a los 72 años. El suceso fue confirmado por su familia, así como por los Pittsburgh Steelers, equipo del que es leyenda y donde consolidó su mayor éxito.
No se dio a conocer la causa de su muerte, sin embargo, su hijo Dok Harris confirmó que el deceso aconteció durante la noche del 20 de diciembre de 2022. Por su parte, el equipo de los acereros destinó una serie de publicaciones en la red social Twitter para dar a conocer la lamentable noticia y recordar el legado de uno de los jugadores que mayor reconocimiento ha tenido en la franquicia.
Aunque no te guste la @nfl alguna vez viste "La inmaculada recepción". Hoy Franco Harris murió a los 72 años. Un ícono del futbol americano y de los @steelers. Descanse en paz.
— Javier Trejo Garay (@trejogaray) December 21, 2022
pic.twitter.com/FXdDR13NkG
“Es difícil encontrar las palabras apropiadas para describir el impacto de Franco Harris en los Acereros de Pittsburgh, sus compañeros, la ciudad de Pittsburgh y la nación acerera. Desde su temporada como novato, la cual incluye la ‘Inmaculada Recepción’, y durante los 50 años siguientes, Franco brindó gozo a la gente dentro y fuera del campo (...) Tocó y fue amado por muchos. Nuestros pensamientos y oraciones están con su esposa Dana, su hijo Dok y toda su familia en este momento difícil”, escribió Art Rooney II, presidente del equipo.
La muerte de Harris llegó un par de días antes de la celebración número 50 del acontecimiento de la jugada más icónica en la historia de la NFL. El 23 de diciembre de 1972 un oportunismo de Franco en el terreno de juego ubicado en Pensilvania, Estados Unidos, implicó el rescate de su equipo ante una inminente derrota que los dejaría fuera de la lucha por el Super Bowl.
¿Cómo fue la Inmaculada Recepción?
Con el marcador de 7-6 en favor de los Oakland Raiders, cuarta oportunidad con 10 yardas por avanzar y cerca de un minuto en el cronómetros, el coach Chuck Noll decidió enviar una propuesta ofensiva con un pase a larga distancia como su último recurso para buscar el triunfo. En ese sentido, el quarterback Terry Bradshaw se acogió a la planeación y envió un largo lanzamiento al frente de su línea defensiva.
Frenchy Fuqua recibió el ovoide y por un momento pareció tomar ventaja. No obstante, se impactó con el defensivo de los Raiders, Jack Tatum, y el balón salió disparado en sentido contrario a la zona de anotación. La zaga celebró unos instantes la victoria, pero no contó con la posición de Franco Harris en el terreno de juego.
Statement from Steelers President Art Rooney II on the passing of Franco Harris: pic.twitter.com/5Ojd5Uatvr
— Pittsburgh Steelers (@steelers) December 21, 2022
En un genuino acto de suerte, el balón llegó a los brazos del corredor antes de tocar el suelo y emprendió la marcha hacia las diagonales. En su carrera de 45 yardas dejó tendidos a tres rivales y a uno más que intentó jalarlo del jersey para impedir su anotación. El esfuerzo de los defensivos fue insuficiente y los acereros pudieron darle la vuelta al marcador para quedarse con la victoria.
La jugada fue relacionada con el concepto bíblico de la “Inmaculada Concepción”, pues los cronistas de la época reconocieron que se trató de un acto divino y sin una explicación más aceptable que la otorgada por la fortuna.
Dos años después de la jugada, Harris ganó el primer Super Bowl en la historia de la franquicia pero su palmarés llegó hasta cuatro. Gracias a su desempeño en el emparrillado fue investido en el Salón de la Fama del Futbol Americano Profesional en su primer año de elegibilidad. Incluso, el legendario exjugador Joe Greene consideró que Franco “sacó a los Steelers de la edad oscura”.
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