Una explosión en una presunta toma clandestina de combustible de Petróleos Mexicanos (Pemex) sorprendió a habitantes de la comunidad de San Juan Tizahuapan, municipio de Epazoyucan, Hidalgo, donde las autoridades locales tuvieron que evacuar a los pobladores para prevenir una tragedia mayor.
El siniestro se registró durante la noche de este miércoles 21 de diciembre y se le atribuye al mal manejo de una toma clandestina dedicada al robo de combustible, acto que en México se le conoce como “huachicoleo”. Al respecto, la petrolera mexicana no ha confirmado si se trata de un acto producto de la falta de mantenimiento o si en verdad es parte de las consecuencias que pueden tener estos actos ilícitos.
Dada la premura del incendio, se desconoce si hay heridos, intoxicados o muertos como resultado de la explosión que, de acuerdo con medios locales, ocurrió en un camino de terracería cerca de una carretera federal.
Por su cuenta, el gobierno local anunció el despliegue del equipo de respuesta para tragedias de esta naturaleza, motivo por el cual destacamentos del gobierno federal, de Pemex, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Cruz Roja, bomberos y de Protección Civil de los municipios aledaños acudieron al lugar de los hechos.
Las imágenes del siniestro ya circulan en redes sociales y acapararon la mirada de los hidalguenses, pues al presentarse el incendio de noche, las llamas pueden ver ser vistas desde varios metros a la redonda, además, la cortina de humo que se levanta alcanza una distancia considerable, por lo que las redes sociales se llenaron con críticas al combate al robo de combustible y a los grupos criminales dedicados a esto.
Los pronunciamientos oficiales aún no salen a la luz, esto porque ni Julio Menchaca, gobernador de Hidalgo por Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ni Petróleos Mexicanos ha expuesto alguna información que describa lo ocurrido o ratifique si se trató de un verdadero acto de huachicoleo; contrastantemente, el juicio público ya dio por hecho que se trata de una consecuencia al robo de combustible.
Asimismo, cada que ocurre un incidente similar, la opinión pública recuerda el incidente ocurrido también en Hidalgo el pasado 18 de enero de 2019 en el municipio de Tlahuelilpan, donde 137 personas perdieron la vida (69 en el lugar de la explosión y 68 en diversos hospitales).
Y es que en la fecha señalada, a las 18:58 horas (tiempo del centro de México), la acumulación del hidrocarburo en la superficie y saturación de partículas volátiles en el ambiente ocasionó una fuerte explosión que asesinó a decenas de personas que, al ver un ducto de gasolina picado, decidieron ir a saquear el combustible que se derramaba.
Además de los decesos, el gobierno federal reconoció que 81 personas fueron trasladadas a diversos hospitales para recibir atención médica especializada, donde sólo 13 fueron dados de alta. De acuerdo con la versión final, tras diversas investigaciones, peritajes y videos que circularon en redes sociales, el abandono de una toma clandestina derivó en una fuga.
Esta fuga, producto del huechicoleo, fue notada por los pobladores de la región, quienes se organizaron para ir a recoger el combustible que se derramaba en un pastizal. De tal modo que en redes sociales circularon numerosos videos de lugareños acudiendo al lugar de los hechos con bidones para rellenarlos de gasolina.
Por su cuenta, la Sedena levantó un perímetro de seguridad e instruyó a los pobladores que no lo traspasaran, pues al tratarse de la derrama de un material inflamable, éste podría causarles daños a la salud; sin embargo, los pobladores decidieron ignorar la advertencia y fueron a saquear el combustible. Horas más tarde, ocurrió la tragedia.
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