Varios balazos fueron los que sicarios detonaron hacia la camioneta en la que el periodista Ciro Gómez Leyva regresaba a su domicilio, en la noche del pasado 15 de diciembre. El blindaje lo salvó de unirse al listado de los 13 periodistas asesinados en el 2022 y su popularidad volvió a traer el tema la ola de violencia que posicionó a México como el país más peligroso para el periodismo por cuarto año consecutivo.
El atentado revivió las acusaciones al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cuyas mañaneras se han consagrado como un espacio de hostil retórica hacia los medios y personalidades críticas de su movimiento, la Cuarta Transformación (4T).
Y si bien el Jefe del Ejecutivo rechazó que su administración estuviese detrás de la agresión al crítico comunicador, el periodista Carlos Loret de Mola aseguró que el mandatario carga con cierta responsabilidad - especialmente, al considerar que organizaciones internacionales lo han señalado por los recurrentes insultos y descalificaciones a la prensa, tales como las que lanza a Gómez Leyva.
“Tiene una responsabilidad que asumir por ser el principal promotor de un ambiente hostil contra el periodismo, por ser la cabeza de las agresiones verbales contra el gremio y por no haber hecho nada para detener las agresiones físicas”.
Tras la denuncia del comunicador, no tardó mucho para que las investigaciones comenzaran. Un día después del atentado, Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México (CDMX), presentó las primeras pistas de lo que él mismo confirmó como un ataque directo.
Las indagaciones quedaron a cargo de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina y aunque hasta el momento no se han dado a conocer más avances, Loret de Mola planteó que los discursos de López Obrador deben considerarse como un factor influyente por ser “el responsable del mensaje de violencia”.
“De manera sistemática y disciplinada (...) hace de la negación del otro una forma de autoafirmación: su proyecto político no se define por sus virtudes sino a partir de la descalificación moral del otro”, expresó en su columna para The Washington Post.
Bajo ese tenor, el columnista acusó a Andrés Manuel de consagrar no sólo un intento de deslegitimación, también un “llamado a la supresión moral y física”. A ello, descalificó que las mañaneras sean un ejercicio de rendición de cuentas y que el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, sea vínculo entre los medios y la presidencial.
“AMLO ha creado una estrategia de acoso al periodismo crítico que ha derivado en un ambiente de permisividad a la violencia contra los periodistas. La vida del periodista vale poco porque, según los dichos presidenciales, este es cómplice del viejo régimen, es corrupto, es inmoral”.
México: tierra en donde se ejecuta al periodismo
De acuerdo con la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), México se ubicó por cuarto año consecutivo como el más riesgoso para las y los profesionales.
En ese sentido, la organización advirtió que la cifra de comunicadores asesinados en tierra azteca durante el 2022 superó a Ucrania - nación que actualmente sostiene una guerra armada contra Rusia - tras registrar 11 asesinatos, tres más que el país europeo.
Con ello, el actual año figura para cerrar como el más violento para las y los periodistas del gobierno obradorista, siendo enero el mes más letal, al sumar cuatro homicidios: dos de ellos perpetrados en Tijuana, Baja California, Margarito Martínez y Lourdes Maldonado; el de Roberto Toledo, en Zitácuaro, Michoacán, y José Luis Gamboa, en Veracruz.
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