Los cárteles mexicanos siempre se han adaptado a los cambios. En otra época la marihuana llegó a ser su producto estrella, pues el hecho de contar con el Triángulo Dorado y tener cerca a los Estados Unidos les supuso cuantiosas ganancias durante muchos años. Sin embargo, recientemente el tradicional mercado de la marihuana ha padecido cambios drásticos.
Históricamente, Arizona y California habían sido los dos puertos de entrada de marihuana introducida desde México. Sus carreteras y su proximidad con ciudades importantes, además de su franja fronteriza con México, hacían de estos estados un bastión estratégico para la distribución de la planta.
Pero todo cambió después de que ambos estados legalizaran la marihuana: California en 2016 y Arizona en 2020. El año pasado también se les unió Nuevo México. Dichas acciones permitieron reducir el mercado de la droga en dichos estados, afectando las ganancias de los cárteles.
Los efectos se notaron enseguida: los decomisos de marihuana a lo largo de esta frontera, que se extiende más de 3 mil kilómetros, presentaron una caída dramática en los últimos años pasando de mil 350 toneladas métricas decomisadas en 2013 a solo 70 en el año fiscal de 2022, según cifras del Servicio estadounidense de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP).
De acuerdo con el sitio de análisis de crimen y narcotráfico, Insight Crime, en el sur de Arizona se incautaron más de 400 toneladas de marihuana en el año fiscal de 2012 a solo unos 5 mil kilos en el año fiscal de 2021.
Mientras que en California solo se decomisó media tonelada de marihuana en el año fiscal de 2022, una cantidad pequeña si se compara con las decenas de toneladas que se solían decomisar en años anteriores, según las cifras de CBP.
Nuevos cambios, nuevos actores
En consecuencia, el estado de Texas ha emergido recientmente como en el estado con mayor registro de decomisos de marihuana, reportó la organización.
“Un resultado predecible dado que ese estado no ha legalizado el alcaloide y tiene mayor proximidad con estados que tampoco lo han hecho y tiene más de dos docenas de puentes internacionales y cruces fronterizos”, analizó Insight Crime.
El año anterior fueron decomisados más de 80 mil kilos de marihuana mexicana en la frontera sur de Texas. Dichos aseguramientos se concentraron principalmente en los sectores del Valle del Río Grande y Laredo, al este de Texas.
En ambos sectores fueron decomisadas más de 450 toneladas métricas de marihuana entre 2018 y 2022, de acuerdo con el CBP.
“El tráfico de marihuana por Texas es en la actualidad la vía de menor resistencia para las organizaciones narcotraficantes que intentan llegar a los consumidores estadounidenses que no tienen acceso a la marihuana legal”, amplió el sitio.
Todo pasa en el Triángulo Dorado
Dicho estado no queda muy lejos del Triángulo Dorado en México, conformado por los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, donde históricamente se ha cultivado marihuana para traficarla hacia el norte.
La autopista federal 40 de México sirve como ruta de tráfico directa hacia Texas. Los grupos transportistas, por lo tanto, tienen una ruta conveniente hacia otros estados como Indiana, Kentucky y Tennessee, donde aún no se legaliza la marihuana.
Sin embargo, pese a estos cambios para seguir traficando marihuana, desde hace unos años los cárteles priorizaron las drogas sintéticas, pues les resulta más beneficioso en términos de producción y ganancia ya que no tienen que invertir en grandes espacios de terreno para cultivar una planta. Ahora lo pueden hacer en una simple cocina o un cuarto adaptado con todos los utensilios necesarios.
SEGUIR LEYENDO: