Las y los diputados federales iniciaron la discusión en el Pleno del Plan B de la Reforma Electoral promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), donde la transferencia de votos fue lo más criticado por los partidos de oposición y, sin embargo, no fue modificado en el Senado de la República.
El quehacer legislativo inició este jueves 15 de diciembre en el Palacio de San Lázaro, donde las y los representantes de todas las bancadas parlamentarias tendrán que fijar postura respecto su voto, votar en lo general, plantear reservas, admitir o no las reservas y, en consecuencia, aprobar o no en lo particular la iniciativa que pretende modificar el sistema político-electoral de México.
Al respecto, se destaca que esta es la segunda vez que la Cámara de Diputados recibe la iniciativa presidencial, esto porque fue el primer organismo del poder legislativo en recibirla directamente del ejecutivo federal y la aprobaron sin hacerle ninguna modificación a su contenido, después, fue remitida al Senado de la República, donde sí fue modificada en comisiones y, por consiguiente, fue devuelta a San Lázaro para ser ratificada, pues todo dictamen necesita de la doble revisión del Congreso de la Unión (Cámara de Diputados y Senado de la República).
La iniciativa que se aprobó la madrugada de este mismo jueves fue una de las más criticadas tanto por parte de la oposición como por los promotores del gobierno oficial, pues, en total, se recibieron mil 222 reservas en relación al dictamen que se aprobó en lo general (69 votos a favor y 53 en contra), donde la que más se reiteró fue la llamada transferencia de votos, la cual fue condenada hasta por el propio líder de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el Senado.
Y es que con este nuevo apartado, un partido grande de alguna coalición puede regalar votos a un partido periférico para que éste alcance el 3% mínimo de votos que necesita para continuar con su registro, por lo que los militantes de partidos grandes condenaron que con este mecanismo no se respeta el voto directo de la ciudadanía y, como si esto no fuera suficiente, se dota de “vida artificial” a partidos que no suelen juntar votos directos, como el Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista de México (PVEM) o el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Esta iniciativa en realidad se trata de un conjunto de modificaciones a las leyes General de Instituciones y Procedimientos Electorales, General de Partidos Políticos y Orgánica del Poder Judicial, y la expedición de la Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral. Dicho cúmulo de implementaciones legales se promovió tras el rechazo del llamado Plan A, el cual modificaba la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM); sin embargo, como éste requería de mayoría calificada (dos terceras partes del Congreso de la Unión) para ser aprobado, pues no se consiguió.
Respecto a la transferencia de votos, las críticas fueron diversas, pues esta iniciativa en particular parece que guarda la intención de beneficiar al PT y PVEM, pues, desde el Senado de la República fueron las bancadas que más defendieron este mecanismo, aún a pesar de la insistencia de otras voces parlamentarias que señalaron esto como contrario a la democracia.
De tal modo que al poco tiempo de iniciar la sesión de este jueves, las coaliciones Va por México (PRI, PAN y PRD) y Juntos Hacemos Historia (Morena, PT y PVEM) solicitaron a la Mesa Directiva un receso para dialogar y negociar los puntos que quedarán en la minuta que será aprobada, motivo por el cual la ronda de posicionamientos se vio interrumpida y se espera que ésta continúe en la noche.
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