México es una de las naciones que encabeza la lamentable lista de las más peligrosas para ejercer el periodismo: de acuerdo con la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), la nación se ubicó por cuarto año consecutivo como el más riesgoso para las y los profesionales.
En ese sentido, RSF advirtió que la cifra de comunicadores asesinados en México durante este año superó a Ucrania - nación que actualmente sostiene una guerra armada contra Rusia - tras registrar 11 asesinatos, tres más que el país europeo.
Con ello, el 2022 también se coloca como el más violento para las y los periodistas del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En dicho periodo, enero cerró como el más letal, al sumar cuatro homicidios: dos de ellos perpetrados en Tijuana, Baja California, Margarito Martínez y Lourdes Maldonado; el de Roberto Toledo, en Zitácuaro, Michoacán, y José Luis Gamboa, en Veracruz.
No conforme con ello, es pertinente recordar que, con los registros de este año, esta última entidad aún se presume como el estado más peligroso para los periodistas con siete casos acumulados - ocho si se contabiliza el asesinato del locutor Pedro Pablo Kumul.
Cabe señalar que las cifras de la Secretaría de Seguridad Pública y Ciudadana (SSPC) contabilizan 13 asesinatos a periodistas en el 2022, de las cuales - para el pasado octubre - sólo en uno se ha dictado condena contra los responsables.
Es decir, una docena de familias aún no ha accedido justicia, pues las 21 vinculaciones a proceso o las 32 órdenes de aprehensión no significa que “el crimen haya tenido castigo”, tal cual presume el Federativo. Como si no fuera suficiente, tres asesinatos de periodistas ni siquiera están contemplados como un atentado contra la libertad de expresión para el Federativo.
Los primeros dos casos descartados fueron los de Roberto Toledo y Jorge Camero, por demostrarse que supuestamente ninguno de los dos se desempeñaban en el ámbito informativo al momento de la agresión. A grosso modo, se habían retirado del oficio.
En tanto, el tercero se trató del reportero Allan González quien fue ultimado en agosto de este año en Ciudad Juárez, Chihuahua, respectivamente; y quien, al igual que Toledo y Camero, no es actualmente investigado como agresión a la prensa.
México: el más peligroso de Latinoamérica
Los estudios de RSF sitúan a Latinoamérica como la zona más peligrosa para ejercer la libertad de prensa, ya que la región acumula casi la mitad de las muertes violentas globales (el 47,4 %) de periodistas en ejercicio de su profesión. Para 2022, indica, 57 periodistas han pagado con su vida su compromiso con la información, frente a los 48 asesinatos en 2021, y los 50 en 2020, indica el informe de RSF.
En ese sentido, la organización destacó que las peores cifras las mantiene México, donde hubo 11 periodistas muertos. Son cuatro más que en 2021 y tres más que en el mismo periodo en Ucrania, que fue el segundo lugar más mortífero del mundo para los periodistas debido a la invasión rusa.
Por su parte, Haití se situó en tercer lugar, con seis periodistas muertos, mientras que Brasil igualó a Siria y Yemen con 3 víctimas.
De Brasil, RSF resalta el caso del periodista británico Dom Phillips, cuyo cuerpo fue encontrado descuartizado en la Amazonia brasileña mientras trabajaba sobre las amenazas a los indígenas en esa región.
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