Una mujer sufrió este martes una caída en parapente en el Pueblo Mágico de Valle de Bravo, en el Estado de México (Edomex).
De acuerdo con los reportes, se trató de una turista surcoreana, de 51 años de edad, quien se desplomó en una zona boscosa del paraje conocido como “El Pedregal”.
Para su búsqueda, se solicitó el apoyo de personal de la Unidad de Rescate Aéreo “Relámpagos”, perteneciente a la Secretaría de Finanzas del Edomex.
La operación se realizó a bordo del helicóptero de rescate 1 con matrícula XC-ERA, a cargo del piloto Álvaro Michel Hernández, el paramédico rescatista aéreo Adrián Rivera y el operador de la grúa Mario Martínez, quienes conformaron la tripulación.
Realizamos la búsqueda, localización y #rescate con grúa, de una mujer de nacionalidad koreana, que sufrió una caída en #parapente en una zona boscosa del paraje conocido como “El Pedregal “ en Valle de Bravo, posteriormente la trasladamos al Hospital ABC en #CDMX pic.twitter.com/ME6492EO9I
— Grupo Relámpagos (@GrupoRelampagos) December 13, 2022
Tras localizar a la turista que resultó politraumatizada, fue ascendida exitosamente a la aeronave y luego trasladada al Centro Médico ABC, en la Ciudad de México.
Incluso, “Relámpagos” compartió en sus redes sociales un video del momento del rescate para mostrar que se llevó a cabo cuidadosamente y con todas las medidas de seguridad necesarias.
Durante la actual administración, “Relámpagos” ha realizado 3 mil 606 operaciones aéreas, de las cuales 93 han sido operaciones de búsqueda y rescate.
Ubicado a 139 kilómetros al sureste de la Ciudad de México, Valle de Bravo es uno de los destinos de fin de semana preferido tanto de capitalinos como de toluqueños.
Además de su gran lago artificial, este poblado de casas de adobe con tejas rojas y calles empedradas tiene una amplia oferta de hoteles, artesanías, campos de golf, restaurantes y emocionantes deportes acuáticos y extremos, como vuelo en parapente y ala delta. Su clima es templado todo el año y está rodeado de hermosos paisajes boscosos que son el refugio invernal de la mariposa monarca.
Los riesgos del parapente
Básicamente, un parapente es un ala flexible diseñada con una tela que no se desgarra y se controla con cuerdas que forman parte de la estructura. El deportista va sentado en una silla que está sujetada al ala mediante otras cuerdas o hilos, usa casco y, como a veces se puede subir a casi 4 mil metros de altura según las corrientes de aire, por lo que debe llevar ropa de abrigo.
Lo que hace el piloto es despegar desde un sitio alto y aprovechar las corrientes de aire: las “térmicas” de aire caliente hacen subir al parapente, mientras que las corrientes frías provocan el descenso. La idea es tratar de mantenerse en vuelo durante el mayor tiempo posible.
Habitualmente, el piloto dispuesto a volar sube, por ejemplo, a un cerro, con el parapente en su mochila. Lo despliega en el piso y entonces el ala flexible se infla con el viento.
- El sitio desde donde se despega para volar debe ser un área libre de arbustos, porque el parapente tiene muchas cuerdas y ellas pueden enredarse fácilmente, provocando accidentes.
- Para los primerizos, lo fundamental es elegir un piloto de biplaza con licencia.
- Se tiene que estar siempre en contacto con los pilotos locales del sitio donde se va a volar, porque ellos saben las características del lugar, así cómo los vientos y los mejores horarios para el vuelo.
- Nunca hay que volar solo, sino hacerlo en grupo, porque si hay un accidente durante el vuelo, nadie más se enterará de lo ocurrido.
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