Xochimilco es una alcaldía que necesitaba una serie para poder mostrar las maravillas que tiene y con ello “La flor más bella” de Michelle Rodríguez no es la excepción.
Aunque no solo se muestra la gran naturaleza y el ambiente que se vive, en el sur de la ciudad, sino también abarca una vasta cantidad de temas como el bullying y el ataque que puede recibir una persona.
Y a pesar de que estos problemas fueron normalizados, en el pasado, pero visibles en esta nueva, también “apapachará a las generaciones de antes”.
Esto ayudará a que no solo se identifique, sino que también Michelle Rodríguez se sienta identificada en pantalla, ya que con la transición que ha tenido la televisión ahora no solo podemos ver más inclusión, sino también señalar los abusos que anteriormente eran normalizados.
“Yo nunca me vi representada en la televisión y ahora tengo la oportunidad de ser yo la que es vista y de además contar esta historia para que estas niñas, niños y niñes se sientan identificados y quieran salirse a comerse al mundo”, confesó para Infobae México.
En la serie se muestra la historia de Michelle y algunos problemas por los cuales pasó, pero también lo complementa con una parte de su experiencia a todos los espectadores de la cual logra proyectar, ya que ella siempre quiso ver a alguien que la representara.
“Y para todos aquellos que alguna vez nos sentimos que no cabíamos y que no éramos parte, tengamos la oportunidad de abrazar nuestro corazoncito y a nuestro adolescente y decirle: si cabes y vas padre, estás bien padre”.
Este esfuerzo de brindarle a los televidentes una forma más clara de la vida de Michelle fue sincera, pues al grabar esta serie no solo recordó momentos fuertes para ella, sino también dio a conocer una intima parte de su vida.
“Hubo muchos recuerdos, creo que al estar contando mi vida descubrí muchas cosas, primero descubrí que el camino andado ha servido de mucho y que ahora al ver esta serie bien me funciona esta Michelle del 2022, y hay diferentes maneras de contar la historia”.
“A medida que nosotros cambiemos el discurso interno que tenemos, nuestro quehacer será mucho más amable”, señaló.
Con ello, Michelle logró entender que a medida que uno empiece a conocer y reconocer lo que ha vivido y lo enfrenta, tendrá más oportunidades de representarlo en los diez capítulos.
“Hay cosas que se cuentan en la serie que son divertidas y así fueron, pero muchas que fueron dolorosas y que ahora están contadas desde otro lugar en donde ya no duelen, apapachan”.
Y algo que es mejor fue que a pesar de haber hecho una serie sobre su vida, no tiene la sensación de vulnerabilidad ante el qué dirán o la crítica que se haga.
“No me molesta porque a final de cuentas lo bailado nadie me lo quita, a lo que me refiero es que es lo que se vivió, lo que hubo y se aprendió de eso y si no se aprendió la vida me está dando otra oportunidad para echarle otro ojo y decir, mira nomás otra vez”.
Algo que deslumbra de la serie son las locaciones, ya que Xochimilco es una de las alcaldías muy representativas de flores y naturaleza, además de tener vivo el canal donde las trajineras son un icono del sitio, pero también de Michelle.
El orgullo de compartir su camino, de su vida personal “es muy bello, inspirador y reconfortante, pero tener la oportunidad de mostrar el lugar en donde crecí, las tradiciones de ser la mujer que soy me pone la piel chinita”.
Cuando Michelle participó en el concurso “la flor más bella del ejido”, ella decía que quería enseñarle todas esas tradiciones al mundo. “Jamás pensé que la vida me iba a permitir rehacerlo, literalmente”.
“La flor más bella” es una serie de Netflix que invita a los televidentes en mostrar las indiferencias y enriquecerse con las experiencias que uno tiene.
“Nuestras diferencias nos enriquecen, nuestros defectos pueden ser nuestros superpoderes y que en la medida de que nos sintamos cómodos de quiénes somos, las puertas del mundo se van a abrir fácilmente”, finalizó.
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