UNAM busca romper el pacto patriarcal con un anti-manual de la lengua

La forma que se habla y escribimos tienen una posición masculina de la cual el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) realizó un Antimanual para detener estos problemas en el lenguaje.

De acuerdo con Alejandra del Castillo, este antimanula busca borrar la marca falocéntrica, el cual conlleva a hablar solo con un tono masculino y no con otros.

El libro del “Antimanual de la lengua española. Para un lenguaje no sexista” es una propuesta política que busca eliminar el pacto patriarcal y cis-heterosexista utilizado en el lenguaje español.

En este escrito se propone emplear “-e”, “x”, “_”, “@”, pero de la misma manera que los determinantes “los” y “las”, sustantivos colectivos y neutros, pronombres y determinantes sin género, al igual que las formas metonímicas y una léxica junto con un vocabulario activista.

Lo considera importante la autora porque hay conceptos que deben comprenderse, pues “retoman muchas de las palabras usadas en las colectivas activistas, que están saliendo a las calles o tomando facultades”.

No significa que el Anti-manual esté terminado, pues se irá modificando y enriqueciendo con nuevos conceptos y palabras de acuerdo con los avances de los movimientos, en específico de las feministas.

Este cambio en la lengua busca que se haga una rebelión incluyente “ante un principio de autoridad intransigente, una toma de partido y de responsabilidad ante el lenguaje y las formas de expresarlo”, señaló Hortensia Moreno, directora de la revista Debate Feminista, en la presentación del libro.

Desde la portada de este Anti-manual se puede ver que integra las 18 banderas que representan algunas de las disidencias y diversidades sexogenéricas y su primera página cuenta con la leyenda que dice: “no es un documento oficial, sino un juego de palabras”, aunque nadie puede imponer o prohibir el lenguaje incluyente no sexista.

Mientras que Marisa Belausteguigoitia, directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), quien fungió como moderadora, habló sobre como el anti-manual irrumpe el texto cotidiano, pues el texto posee amabilidad y posibilidad de conservar las formas para “que las personas que no les gusta girar el lenguaje, que no les gusta pellizcarlo, también entren amable y conservadoramente a usar el lenguaje inclusivo”.

La Dra. Hortensia Moreno se declaró del “bloque negro” de la lingüística, esto por motivo de que el lenguaje incluyente debe ser disruptivo, si no, no sirve para nada.

“Con el lenguaje incluyente estamos hablando de la injusticia social, de discriminación, violencia, feminicidios, transfeminicidios, homofobia, transfobia, diversofobia. Todas esas injusticias tienen que ser combatidas con todas las armas que tenemos y mi arma principal es el lenguaje”, remató.

Además, la directora de la revista “Debate feminista” mencionó que “de manera muy sofisticada me dedico a poner bombas todas las veces que puedo en mi discurso, y espero que eso haga estallar por lo menos un pedacito del orden patriarcal”.

Antes de abrir el texto se debe de saber que se conforma de varias aseveraciones de las que uno tiene que ser de mente abierta para entender lo que se va a leer.

De igual forma el anti-manual tienen la misión de “enlazar y articular el trabajo de todas las comunidades de la máxima casa de estudios, tales como iniciativas y acciones a favor de la igualdad de género, la prevención de la violencia, la construcción de nuevas masculinidades y de un nuevo modelo comunitario, más igualitario, abierto, e incluyente”.

Por esa razón hay temas como la importancia del lenguaje no sexista (oral y escrito), uso del lenguaje inclusivo, vocabulario activista, léxica, entre otros.

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