Sonora volvió a ser azotada por la ola de violencia luego que un enfrentamiento armado entre dos grupos criminales antagónicos alertara a los poblados fronterizos con Baja California, en la madrugada del 3 de diciembre.
Sin embargo, días antes las tierras sonorenses fueron arena de un intercambio de balas entre elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y presuntos miembros del crimen organizado, en la comunidad de Guaymas.
Así lo dio a conocer la dependencia mediante un comunicado de prensa, detallando que fue el 30 de noviembre cuando los cuerpos castrenses fueron emboscados por miembros de un grupo armado - del cual seis resultaron detenidos y uno más muerto.
Según el documento, la agresión suscitó luego que elementos del Ejército Mexicano se dirigieron a las inmediaciones del poblado Guácimas tras un reporte anónimo en el que se denunció la presencia de varios sujetos armados que efectuaban operaciones ilícitas en un domicilio de la región.
Tras el llamado, los cuerpos castrenses acudieron al dicho poblado, pero fueron agredidos con disparos de armas de fuego cuando se aproximaban al mismo. Ante la amenaza “real e inminente”, los militares repelieron la agresión apegándose, según la Secretaría, a la Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza.
La lluvia de balas dejó a un agresor muerto y otros seis más aprehendidos, de los cuales uno se registró herido y fue trasladado a un Hospital General de Guaymas en calidad de detenido. Asimismo, se confiscaron 15 armas, 77 cargadores, 5 vehículos, 2 motocicletas, cartuchos y equipo táctico diverso.
Los imputados capturados y los artículos se pusieron a disposición de las autoridades competentes a fin de realizar las investigaciones y acciones periciales.
Cabe recordar que el 17 de octubre pasado se reportó una balacera y quema de vehículos cerca del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Guaymas, y la cual se prolongó por más de una hora. En tanto, el 13 también hubo tumultos en la colonia Las Praderas, de dicho municipio, presuntamente como parte de un intento de ingreso al Cereso, aunque las autoridades descartaron esta versión.
Sonora es una plaza codiciada por los cárteles criminales gracias a su privilegiada geografía que los conecta con Arizona y Nuevo México en Estados Unidos; Sinaloa y Baja California, en México, al mismo tiempo que tiene distintas salidas marítimas hacia el Golfo de California.
Esta pelea de territorios ha desencadenado constantes disputas entre las organizaciones delictivas o células de éstas, tales como las del 4 de diciembre en los límites de Baja California y Sonora que dejaron como saldo por menos a ocho personas muertas, 12 heridos y cuatro detenidos.
Según testimonios, los tiroteos comenzaron en la comunidad de Estación Coahuila o Kilómetro 57, en Baja California, pero continuaron hasta el poblado Luis B. Sánchez, en un fértil valle agrícola que irriga el Delta del Río Colorado, en la frontera con Sonora.
Habitantes de la región, que limita con Arizona (Estados Unidos), afirman que la violencia en la región se desató por una disputa entre dos células del mismo Cártel de Sinaloa, la de “Los Chapitos” en contra de “Los Rusos”, afines a Ismael “El Mayo” Zambada, quienes están peleando por la plaza para el trasiego de droga, armas, dinero y personas entre México y los EEUU.
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