Durante la madrugada del 2 de diciembre, luego de casi siete horas de audiencia, un juez negó el cambio de la medida cautelar dictada en contra de Jesús Murillo Karam como parte del proceso que enfrenta por los delitos de tortura, desaparición forzada y contra la administración de justicia.
Sin embargo, luego de que se diera a conocer la dictaminación de Marco Antonio Fuerte Tapia, juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, el cuerpo de abogados del exprocurador de justicia advirtió que acudirán “a las siguientes instancias” para tratar, nuevamente, de conseguir la prisión domiciliaria para él.
Al terminar la sesión y abandonar las instalaciones del penal donde había sido ingresado el exfuncionario en agosto, uno de sus defensores, José Javier López García, lamentó la decisión del juez y calificó de “increíble” que se presumiera la existencia de un riesgo de fuga del imputado.
“Desafortunadamente no privilegió la salud de nuestro defendido y recurriremos a esta resolución. Pareciera increíble que una persona de 74 años que tiene todas estas enfermedades, que se pudieron demostrar con todas las evidencias que se mencionaron, pudiera tener intenciones de fugarse o que prevalezca un riesgo de fuga”, comentó a los medios a las afueras del centro penitenciario.
“Acudiremos a las siguientes instancias”, anticipó el jurista.
Las declaraciones de López García fueron difundidas a través de las redes sociales del reportero Jesús Velázquez.
Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), hipertensión arterial sintética e insuficiencia vascular cerebral son los padecimientos que se le han diagnosticado a quien fue señalado como el autor de “la verdad histórica” en el Caso Ayotzinapa.
Por tales enfermedades, sus familiares y abogados habían solicitado que, en lugar de obligarlo a enfrentar su proceso penal tras las rejas, se le permitiera el arraigo domiciliario en su casa de Lomas de Chapultepec, una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México.
No obstante, tras el desahogo de evidencias, el juez rechazó la solicitud de modificar la medida cautelar, por lo que Murillo Karam permanecerá en la Torre Médica del Centro de Reinserción Social de Tepepan, en Tlalpan.
Cabe recordar que el extitular de la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR) fue ingresado a dicho penal el pasado 30 de noviembre para continuar bajo observación médica, luego de haber sido dado de alta del Hospital de Especialidades Belisario Domínguez, en la alcaldía Iztapalapa.
Debido a su estado de salud, Murillo Karam estuvo presente en la audiencia de manera virtual desde el penal de Tepepan.
Y es que, desde su detención el 19 de agosto, el imputado ha entrado y salido de distintos nosocomios por diferentes complicaciones relacionadas con sus afecciones.
Uno de los momentos que mayor conmoción causó en este “ir y venir” entre la prisión y los hospitales fue su llegada de urgencia al Instituto Nacional de Cardiología, en donde le practicaron una cirugía para eliminar coágulos de sangre y depósitos de grasa en sus arterias carótidas, que son el principal suministro de sangre al cerebro.
La última actualización sobre su estado de salud fue informada por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana el 30 de noviembre, cuando lo trasladaron al penal de Tepepan. Aquel día se informó que se encontraba mejor, aunque los padecimientos que sufre representan una constante amenaza.
Por el momento se desconoce cuáles serán las medidas que tomarán sus abogados para buscar, de nueva cuenta, que a Murillo Karam se le permita continuar el juicio desde su casa.
Cabe recordar que, momentáneamente, sólo pesa en su contra la medida de prisión preventiva, ya que su vinculación a proceso por los tres delitos mencionados fue cancelada el 28 de septiembre.
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