En la Península de Yucatán, al sur de la República Mexicana, se reportó que actualmente predomina la variante BW.1 de COVID-19, mejor conocida como Xibalbá, que hace referencia al inframundo maya.
De acuerdo al investigador Rodrigo García López del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Xibalbá podría ser la causante de un nuevo brote de COVID-19. Se trata de una nueva variante y no tan conocida, ya que surgió de una mutación de Omicrón tal y como la llamada Perro del Infierno (Hellhound).
Hasta el momento se sabe que Xibalbá sigue siendo estudiada por expertos en Yucatán y según primeros resultados, es mejor que otras para escapar de la inmunidad, es más contagiosa, pero al ser descendiente de Omicrón es de bajo riesgo.
Los estados donde circulan principalmente los contagios por esta variante surgida en México, son Yucatán, Campeche, Tabasco y Quintana Roo.
Por su parte, el especialista compartió más detalles sobre la mutación en el Consorcio de Vigilancia Genómica (CoViGen-Mex). En el cual explicó que las variantes como la BQ.1 y descendientes “son importantes en Europa o Estados Unidos, pero aquí en México apenas van llegando. Estas son relevantes, debido a su gran facilidad para evitar el sistema inmune”.
Los síntomas de Xibalbá son bastante similares a los de Omicrón y derivados, po lo que las personas contagiadas por este virus pueden presentar:
-Fiebre
-Tos
-Cuerpo cortado}
-Dolor de garganta
-Fatiga
-Secreción Nasal
-Diarrea
-Dolores musculares
-Pérdida del olfato y gusto
-Afonía
El Inframundo maya
Debido a que esta nueva variante BW.1, surgió en territorio maya, coloquialmente se optó por bautizarla como Xibalbá. Un nombre con bastante peso y al mismo tiempo aterrador, pues en la mitología maya, Xib’alb’a es el mundo subterráneo regido por las divinidades de la enfermedad y de la muerte: Hun-Camé y Vucub-Camé respectivamente.
Pero eso no es todo, pues los tintes mortuorios se manifiestan con más poder al reconcoer a su regente, Ah Puch o Kitzin, “el apestoso” dios de la muerte y rey del inframundo, y su esposa Ixtab, diosa del suicido.
Perro del infierno en México
La pandemia de COVID-19 comenzó en 2020, desde entonces, el coronavirus sigue mutando lo que ha dado origen a diversas cepas. Una de ellas es Ómicron BQ.1 y su sublinaje, Q.1.1, mejor conocido como perro del infierno y ya se encuentra en México.
Ya que el perro del infierno es al menos 10% más transmisible que otras variantes, el pasado 20 de octubre, la cepa y su sublinaje fueron catalogadas como “de interés” para la salud pública por parte del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC).
Su nombre, en este caso hace referencia a la mitología griega, concretamente a Cancerbero, el perro que tenía tres cabezas y cuyo cuidador era Hades. Este animal protegía las puertas del infierno para que las personas vivas no pudieran entrar y las muertas, que no pudieran escapar.
Se presume que se le dio el nombre de perro del infierno a esta variante porque hace analogía entre lo dificíl que es huir de ella, pues varios expertos alertaron en las últimas semanas sobre su potencial capacidad de evasión de los anticuerpos frente al virus.
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