“Quiero charlar con la muerte, antes que acabe conmigo, y decirle que por cúanto, me deja troteando vivo, por si allá en el otro mundo, no haya mujeres ni vino”, dice una parte de la canción Quiero charlar con la muerte de Valentín Elizalde, el ícono de la música regional mexicana ejecutado hace 16 años en el norte de México.
“Cuando yo me muera no quiero que lloren, hagan una fiesta con cohetes y flores, que se sirvan vino y que traigan los lorales, para que me toquen mis propias canciones”, escribió el intérprete asesinado por “Los Zetas” en su tema Cuando yo me muera.
Elízalde, también conocido como “El Gallo de Oro”, en varias de sus canciones dejó entrever cierto interés por la muerte. En el tema Rodolfillo dijo “Mi madrecita querida, por favor no estés llorando, yo aquí me encuentro en el cielo con mi papá” y en la canción En esta Navidad escribió el siguiente verso: “No llores flaco (como le decía a su hermano), nomás acuérdate”.
Este viernes 26 de noviembre de 2022 se cumplen 16 años del asesinato del cantante nacido el 1 de febrero de 1979 en Navojoa, Sinaloa, a manos de Los Zetas, presuntamente por haber cantado una canción que hacía alusión a Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, enémigo acérrimo de los del cártel de la última letra.
“Sigan chillando culebras, las quitaré del camino, y a los que en verdad me aprecian, aquí tienen a un amigo, ya les canté este corrido, a todos mis enemigos”, dice una parte de la canción titulada A mis enemigos, la cual fue interpretada hasta en dos ocasiones por “El Gallo de Oro” aquella fatídica noche del sábado 25 de noviembre de 2006.
Elizalde terminó el show de aquella noche con la misma canción que había escogido para inaugurar el concierto. Sin embargo, no contaba que entre el público se encontraba un sicario de Los Zetas que tenía bajo su control la plaza de Reynosa.
La hipótesis más fuerte sobre su asesinato refirió que a el sicario probablemente le pareció una clara provocación y falta de respeto que Elizalde iniciara y cerrara su concierto con un tema que le había dedicado a Guzmán Loera en un territorio controlado por el Cártel del Golfo y su entonces brazo armado, Los Zetas.
Ya era de madrugada cuando Elizalde salió del estacionamiento del Palenque de la Expo-Feria de Reynosa a bordo de una camioneta Suburban negra. Con el iban su representante, Mario Mendoza Grajeda, su primo, Fausto “Tano” Elizalde y el chofer, Reynaldo Ballesteros.
No avanzó demasiado lejos la camineta cuando dos autos le cerraron el paso. Entonces los hombres que viajaban a bordo salieron y rocíaron una lluvia de balas contra la camioneta que llevaba a “El Gallo de Oro”. En la escena del crimen fueron encontrados más de 60 casquillos de armas largas como AK-47, AR-15 y .38 súper
La carrocería quedó agujereada con múltiples impactos de bala. El único sobreviviente fue el primo del intérprete. El cadáver de Valentín Elizalde presentó impactos de bala en el torso, la cabeza, las piernas y un brazo.
Jaime González Durán, también conocido como El Hummer, sicario de “Los Zetas”, habría sido el responsable de la muerte del cantante tras sentirse aludido por la canción de A mis enemigos.
Elizalde fue sepultado tres días después de su ejecución, acompañado de una gran cantidad de fanáticos. Fue velado en su rancho de Jitonhueca, Etchojoa, Sonora, su lugar de origen, donde inció el cortejo de esa ciudad hasta su última morada.
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