Para Don Alex el producto que más vende en su tienda de abarrotes, ubicada en la Ciudad de México, es el refresco. Es la mercancía que más compra y distribuye por su demanda. Calcula que el 25% de sus ganancias es gracias al gusto que tiene la gente por estas bebidas gasificadas y que no importa la temporada, día o hora, siempre habrá una persona que pida un “chesco”.
De acuerdo a la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), la industria refresquera aporta a la economía del país un 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB) y 2.8 % del PIB manufacturero. Datos del 2014 señalan que su producción superó los 11 millones 756 mil dólares (mdd).
“El refresco se vende como si fuera regalado. En los últimos años ha aumentado su precio, pero eso no importa, la gente en promedio se lleva entre uno a dos refrescos por persona. Los fines de semana es cuando más vendo”, destacó Don Alejandro en entrevista para Infobae México.
Y es que no es de extrañarse que las tienditas, supermercados, centros comerciales, restaurantes, cines, teatros y muchos lugares más, el refresco sea un producto indispensable en las ventas pues la mayoría de la población mexicana lo consume todo el tiempo. De hecho, México ocupa el primer lugar en el mundo en consumo de bebidas gasificadas.
Según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) un mexicano gasta en promedio lo equivalente a 10% de sus ingresos en adquirir bebidas no alcohólicas de las cuales el refresco es el más solicitado, superando incluso al agua.
De acuerdo a las investigaciones de Latinometrics, una encuestadora dedicada a divulgar información sobre fenómenos en Latinoamérica, México es el país que más toma bebidas azucaradas superando a los grandes países como Estados Unidos, Brasil, Rusia, entre otros.
Los datos de Latinometrics señalan que el territorio mexicano cuenta con un gran problema de adicción a las bebidas dulces en especial el refresco. Este sitio señaló que en promedio una persona en México consume un aproximado de 150 litros de bebidas gasificadas al año. Es decir casi medio litro por día. Una excesiva cantidad de azúcar según los especialistas en la salud.
Sin embargo, lo más preocupante de la investigación de la encuestadora es que existe un solo estado en México que superó por mucho la cifra a nivel nacional, posicionándolo en el sitio que más consume refresco, no sólo del país, sino del mundo entero.
Chiapas es la demarcación que más toma bebidas gasificadas. De acuerdo a la estadística de Latinometrics un chiapaneco promedio bebe un aproximado de 4 litros y medio al día, es decir mil 642 litros de refresco por año, un mil 94 por ciento más que el mexicano promedio.
Lo preocupante de la situación del consumo de refresco en el país es que esta práctica está estrechamente relacionada con las muertes por enfermedades ya que, de acuerdo a los datos de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la mortalidad por el consumo de estos productos ha incrementado potencialmente en los últimos 10 años.
Diabetes, obesidad y presión alta son las principales enfermedades que provocan un gran número de muertes al año en el país superando los decesos por alcohol, tabaquismo, contaminación, enfermedades de transmisión sexual, entre otras. De acuerdo a los datos del 2020 por el INEGI la diabetes se encuentra en el primer lugar de padecimientos que registró un total de 159 mil 19 fallecimientos en ese mismo año.
Por lo anterior, no es extraño pensar que en el país donde más se consumen refrescos, la enfermedad que causa mayores muertes sea aquella que está directamente relacionada con los azúcares. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se recomienda consumir, en adultos mayores, un promedio de 25 gramos de azúcar al día, es decir menos de la mitad de lo que contiene una bebida gasificada.
La tabla nutricional indica que un refresco de 600 mililitros tiene aproximadamente 60 gramos de azúcar, un equivalente a doce cucharadas. Esto varía dependiendo la marca de cada bebida, sin embargo, ninguna de ellas baja de los 30 gramos. Por lo tanto, un solo refresco de esta cantidad estaría cubriendo, y sobrepasando, la porción recomendada de azúcar que se debe consumir al día de acuerdo a las dependencias de salud.
Suleima Diaz, licenciada en Nutrición y Ciencia de los Alimentos, señala que una dieta, de cualquier tipo, contiene azúcares en todos los alimentos. El pan, las verduras, frutas, carnes y más llevan consigo una cantidad proporcional, por lo que tener un control de ellas es necesario en especial si se agrega el consumo de bebidas azucaradas o refrescos.
De acuerdo a la nutrióloga en entrevista con Infobae México, el azúcar es un componente que causa alteraciones importantes en la salud. Sin embargo, y a pesar de lo que piensa, no se compara con alguna droga que crea adicción. Pero entonces ¿por qué existe un problema de consumo de estas bebidas si no es por su condición química?
“Los niveles de dopamina que genera el azúcar no son comparables a los de una droga. Si genera picos de esta sustancia como sistema de recompensa a nivel cerebral pero no a nivel droga. Sin embargo, todas y todos tenemos tendencia hacia lo dulce porque es algo placentero”, explicó la especialista en salud egresada de la Universidad Ibero.
Además de lo que puede provocar la azúcar a nivel químico, existen otros factores por los cuales está relacionado el alto consumo de refrescos. De acuerdo a la nutrióloga Diaz el exceso de consumir estas bebidas azucaradas es una cuestión cultural y de mercadotecnia.
“La cultura alimentaria está delimitada por muchas cosas. Por condiciones fisiológicas, ambientales y culturales. Los mensajes que hay detrás de las bebidas, comerciales, presentaciones, atractivos, son muy fuertes. Tienen una connotación que invita a consumirlas, además también hay que tener en cuenta con qué facilidad puedes obtenerlas”, señaló la nutrióloga.
De acuerdo a su experiencia como profesionista de la salud Suleima Díaz considera que el consumo de refresco es una práctica aceptada y normalizada en el país, pues no es solo un acompañante de las comidas, es una bebida de todo el día.
Señala además que los esfuerzos de las autoridades no han sido suficientes para detener este problema de salud. Incluso a pesar de las recientes medidas impuestas en las bebidas, como los sellos de advertencia, no han minimizado la compra de estos productos.
“No importa las advertencias que tengan las bebidas. Son un producto que genera placer y si esto lo combinamos con las prácticas de consumo cotidianas - en la comida, fiestas, idas al cine, entre otras- se convierte un círculo sin fin. Más aún si no contamos con un sistema de salud que atienda estas problemáticas”, explicó en entrevista la nutricionista.
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es uno de los tres países que menos recursos otorgan al sector salud. De acuerdo a la dependencia tan solo 5.4% del Producto Interno Bruto (PIB) es destinado a estas necesidades provocando que distintas enfermedades no sean tratadas como es debido, en especial en problemas relacionados con los padecimientos a consecuencia de bebidas azucaradas o refrescos.
Chiapas el mayor de consumidor de refresco o el estado con menos distribución de agua
De acuerdo a los datos recuperados de Latinometrics, Chiapas es el lugar donde más se bebe refresco en todo el mundo, superando por mucho los niveles globales. Sin embargo, no es un problema aislado pues el consumo de bebidas azucaradas tiene relación con su carencia de agua.
A pesar de ser un estado lleno de riqueza natural, precipitaciones pluviales y distintas presas, la distribución del agua en Chiapas es de mala calidad ya que su infraestructura es insuficiente e ineficiente de acuerdo a los pobladores.
En el Día Mundial del Agua de 2021, José Alfredo García Bermudes, director general del Instituto Estatal del Agua de Chiapas, señaló que la infraestructura no permite que el agua sea distribuida equitativamente lo cual ha provocado una crisis interna.
“La abundancia de agua no se reparte debidamente en todo el estado, se centra en las grandes cuencas, en los ríos y sus afluentes lo que ocasiona un gran desequilibrio social (...)se ha generado una crisis no por no tener agua, sino porque no está disponible para su distribución”, recalcó el director José Alfredo García en conferencia con motivo del Día Mundial del Agua.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), menos de la mitad de la población en Chiapas tienen los recursos para abastecerse de agua. El costo por llevar este servicio a la Sierra, por ejemplo, es un problema de infraestructura y por supuesto financiero.
Esto quiere decir que un poco más de 2 millones 772 mil personas no cuentan con el servicio de agua potable, en especial la gente que vive en las sierras y altos del estado.
Ante esto, es posible pensar que las grandes empresas que distribuyen los refrescos, con buenos equipos de repartición, pueden llegar a los lugares en los cuales no se cuenta con acceso a agua potable y tener una relación directa en el consumo de bebidas azucaradas en este estado.
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