La senadora por Morena, Citlalli Hernández Mora, se presentó ante medios de comunicación en el Senado de la República junto a un grupo de migrantes mexicanos que radican o radicaron en los Estados Unidos para hablar de distintos temas; entre ellos, la presencia de la ultraderecha en México.
La también secretaria general del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se lanzó en contra de las recientes congregaciones de la extrema derecha mundial en México, luego de que el pasado fin de semana se llevó a cabo la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC).
“Sobre esta convención de fascistas que hubo en la Ciudad de México, a mí me parece y sostengo que hay una nueva ola neofascista en América Latina y en el mundo”, advirtió la comunicóloga de profesión.
“Vemos expresiones políticas -en ese sentido- muy avanzadas en Europa, en Estados Unidos y me parece que se vuelve importante llevar a la discusión pública y sancionar ese tipo de discursos que rayan entre las líneas delgadas de la libertad de expresión, pero también cruzan hacia los discursos de odio”, condenó la dirigente morenista.
Hernández Mora señaló que dichas expresiones van en contra de la comunidad LGBT+, así como en contra de las mujeres, los migrantes y distintas culturas étnicas, pues se manifiestan a través del racismo y el clasismo.
“Me parece que el debate político y las posiciones ideológicas son naturales en cualquier sociedad, pero es peligroso que se vaya gestando un pensamiento que aniquile al otro; un pensamiento fascista”, puntualizó la ex diputada local en la Ciudad de México.
La senadora puso de ejemplo el caso de Brasil y del aún mandatario Jair Bolsonaro. “Es impresionante que con sus planteamientos fascistas que ha realizado tenga el apoyo de miles de personas (...) No es casual”, cuestionó.
Afirmó que no es una casualidad que en México se haya dado dicha convención que calificó de fascista, mientras que hace algunas semanas también se reportó la realización de un evento neonazi en la capital del país.
La morenista invitó a la ciudadanía a respetar las ideologías de quienes no piensan igual, pero a no caer en “la trampa de los discursos de odio”. “Cuando hay discusiones abiertas en el juego político y en el juego social, hay riesgos de caer en estas posiciones que sin duda son peligrosísimas para una democracia”, explicó.
Por su parte, el pasado lunes la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, también se posicionó con respecto a la Cumbre del conservadurismo en el mundo que tuvo por sede un hotel en Santa Fe, Cuajimalpa, en la CDMX.
Durante una conferencia de prensa, la mandataria local señaló al Partido Acción Nacional (PAN) de tener responsabilidad en el arribo de la ultraderecha a México.
“Lo que hay que ver es quién trajo a estos grupos también, porque quien se reunió con Vox, el partido español de la ultraderecha, aquí en la Ciudad de México fue el PAN, el PAN lo trajo, entonces hay que ver con quien se vinculan esto grupos”, acusó la aspirante a ser presidenta de México.
Asimismo, Sheinbaum criticó al fascismo, al que definió como la “discriminación llevada al último nivel, que es el aniquilamiento o la desaparición forzada por parte del Estado”.
“Condeno el odio y la discriminación que representa el fascismo. En la Ciudad de México no tiene cabida, esta es una Ciudad progresista, de libertades y derechos para todas y todos”, escribió a través de su cuenta de Twitter.
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