El 2 de septiembre de 1982, más de medio millón de mexicanos salieron a marchar al Zócalo como muestra de apoyo al presidente José López Portillo luego que el mandatario decidió nacionalizar la banca privada.
Hace cuarenta años, López Portillo derramó algunas lágrimas al pronunciar su último informe de gobierno, en el que pidió perdón a los pobres, a los “desposeídos”, por la difícil situación del país. En ese marco anunció su decisión de emitir un decreto para nacionalizar a la banca como un remedio a la crisis económica.
“Seis años no han bastado para saldar una deuda acumulada en siglos con los desposeídos y marginados, pero el país tiene conciencia del rezago y el gobierno ha tenido la voluntad de conquistar la justicia”, dijo conmovido el titular del Ejecutivo en el ocaso de su mandato.
“Es ahora o nunca. Ya nos saquearon. México no se ha acabado. No nos volverán a saquear”, exclamó emocionado el presidente de la República hace 40 cuarenta años al momento de expropiar los bancos.
Luego de los aplausos, el mandatario derramó algunas lágrimas argumentando tristeza por no haber acertado a hacerlo mejor.
Según las cifras oficiales, en la manifestación para respaldar la decisión presidencial, más de medio millón de personas acudieron al primer cuadro de la ciudad, atendiendo así al llamado de las principales organizaciones sindicales del país y la estructura priista.
En cuanto a los críticos de su gobierno, el presidente López Portillo les dedicó algunas palabras: “A los desnacionalizados démosles un mes, septiembre, el mes de la patria, para que mediten y resuelvan sobre sus lealtades. Después actuaremos nosotros”.
Hace cuatro décadas, el presidente de la República encabezó el mitin en el Zócalo capitalino, el cual tuvo aproximadamente una hora de duración. Apostado en el balcón central de Palacio Nacional, López Portillo, saludaba y agradecía a los miles de asistentes, quienes fueron llevados por sindicatos y organizaciones campesinas para respaldar el decreto para nacionalizar a los bancos privados y así evitar el saqueo a los mexicanos.
Durante el mitin tomaron la palabra Pedro Ojeda Paullada, entonces líder nacional del PRI y los representantes de los sectores campesino, obrero y popular que integraban la estructura del partido en el poder. Todos ellos alabaron la decisión del presidente López Portillo.
Al final de su sexenio, las clases medias mostraban su descontento hacia el gobierno federal, pero lo que más dolía a López Portillo, según sus propias palabras, era la campaña de desprestigio contra su persona y su equipo, orquestada “desde el Norte”, la cual era recogida por periodistas e intelectuales mexicanos.
López Portillo, lastimado por las críticas de la clase media
Cuatro meses antes de la marcha del Zócalo, el máximo líder del país escribió en sus notas:
“Lo más desagradable para mi es la campaña desprestigiante que desde el Norte viene presentando a mi Gobierno como de profunda corrupción y a mí como un sinvergüenza y nada menos como el sexto hombre más rico del mundo. Creo que poco o nada puede hacerse para combatir esos infundios que aquí recogen intelectuales y clases medias en la forma más desagradable e irresponsable, porque le hacen el juego al turbio interés extranjero desestabilizador, anónimo y brutal. En fin, para qué seguir torturándome con ese tema…”.
En medio de tantas críticas al régimen, el viernes 3 de septiembre se llevó a cabo la marcha popular en el Zócalo para respaldar el decreto presidencial para la expropiación bancaria. Como lo contó Jesús Silva Herzog, secretario de Hacienda en aquel sexenio, había un ambiente de euforia durante el mitin, donde miles de mexicanos escucharon a los representantes de los tres sectores del PRI y al presidente López Portillo. La medida fue calificada como “revolucionaria, patriótica, nacionalista”.
“Me impresionó profundamente la manifestación de apoyo que el pueblo de México hizo en el Zócalo. Es un pueblo inmenso. Ávido de hazañas y orgullos. Con una intuición prodigiosa. No sé cuántos cientos de miles de mexicanos se reunieron en la Plaza de Armas, nuestro Zócalo, para solidarizarse con las decisiones del régimen”, dijo López Portillo.
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