En una empresa de mensajería de Culiacán, Sinaloa, elementos de la Guardia Nacional (GN) se toparon con un particular método del crimen organizado para traficar fentanilo, pues en uno de los cargamentos había piezas de pan rellenas de pastillas de este narcótico.
Esto ocurrió durante un operativo como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública. Los agentes castrenses ingresaron a dicha compañía para implementar una serie de revisiones con el afán de prevenir el trasiego de drogas, divisas y narcóticos.
Fue gracias al apoyo de un binomio canino que la corporación logró identificar el inusual cargamento, pues uno de los perros mostró un cambio de conducta al estar frente a una caja de cartón, lo que alertó a los uniformados.
Al abrir el paquete y realizar una inspección con mayor detenimiento, encontraron dos bolsas de totopos y un cargamento de pan casero. Al abrir las piezas de pan, se dieron cuenta de que habían sido hechas de manera artesanal y adaptadas para esconder en su interior una bolsa con pastillas de color azul, aparentemente fentanilo.
De manera inmediata, los militares aseguraron el cargamento y lo pusieron a disposición de la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR) con sede en Culiacán para continuar las investigaciones pertinentes.
Este peculiar escondite para pastillas de fentanilo se asemejó al reciente intento de dos mujeres que pretendían cruzar desde Monterrey hasta Estados Unidos con un kilo de heroína escondido en bolsas de papas fritas.
El 4 de septiembre, María Luisa Hernández-Alanis, de 41 años, y Tania Melissa Coutino-Hernández, de 40, solicitaron su ingreso a EEUU presentando visas de turistas. Lo que parecía un viaje común, como cualquier otro, tomó un rumbo distinto cuando la policía realizó las inspecciones de rutina.
Durante la revisión a las pertenencias de ambas, los agentes encontraron dos bolsas amarillas de papas fritas dentro del bolso de Coutino-Hernández, las cuales lucían normales a simple vista, pero al tomarlas el contenido se sentía como una bola pesada.
Fue en ese punto que los oficiales abrieron los paquetes y se percataron de que cada uno contenía un cargamento de heroína. El peso en conjunto de ambos empaques fue de 983.9 gramos, según los reportes de la Agencia Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con los primeros informes, ambas mujeres sabían perfectamente lo que estaban haciendo y estaban al tanto de las drogas por las que, además, se les pagaría 300 dólares a cada una si la cruzaban a EEUU.
Por tal motivo, ambas fueron puestas bajo custodia y, en los primeros días de noviembre, se declararon culpables de haber intentado traficar el narcótico, por lo que podrían enfrentar una pena de hasta 40 años de prisión y una multa máxima de 5 millones de dólares.
En años recientes, la preocupación de las autoridades estadounidenses por el tráfico de drogas desde México ha incrementado, en gran medida, por la letalidad de sustancias como el fentanilo, un narcótico por el que se han inclinado cárteles como el de Sinaloa (CDS) y el de Jalisco Nueva Generación (CJNG) debido a su bajo costo, su amplia disponibilidad y la adicción que provoca.
Cabe mencionar que este opioide sintético es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina. Sólo dos miligramos de fentanilo, equivalente a 10-15 granos de sal de mesa, se considera una dosis fatal.
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