CJNG se deslindó de ola de violencia en Ecuador y responsabilizó a bandas ligadas al Cártel de Sinaloa

Las jornadas de violencia que ha vivido Ecuador en las últimas semanas habían sido adjudicadas a bandas relacionadas con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), encabezado por Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, El Mencho.

Sin embargo, durante el fin de semana circularon algunos videos grabados en distintas cárceles del país sudamericano, en los que algunas de las células ligadas al cártel mexicano de las cuatro letras se deslindaron de los ataques perpetrados en fechas recientes.

Esto es en alusión a la ola de atentados que iniciaron la noche del 31 de octubre y se extendieron durante la madrugada del 1 de noviembre en las ciudades de Guayaquil y Esmeraldas. Tan solo en los primeros días del mes se han registrado al menos 20 hechos violentos en unidades policiales, centros de salud y gasolineras.

Después de las primeras agresiones con armas y explosivos, en distintos puntos de las ciudades comenzaron a circular comunicados aparentemente firmados por Los Tiguerones y Los Lobos —células del CJNG en Ecuador— en los que advertían que “SI USTEDES LLEGAN A TOCAR A NUESTRA GENTE Q SE ENCUENTRA EN LOS PABELLONES 8 Y 9 DE LA PENITENCIARIA DEL LITORAL. SEPAN QUE VAMOS A USAR TODO NUESTRO PODER LOGÍSTICO, ARMAMENTO BÉLICO (sic.)”.

Ante las amenazas y el riesgo que corría la población, el presidente Guillermo Lasso decretó un estado de excepción que, hasta la fecha, continúa en Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo, en donde los habitantes viven en toque de queda desde las 21:00 horas hasta las cinco de la mañana del día siguiente.

Sin embargo, según los pronunciamientos recientes de estos grupos criminales, los panfletos y los atentados habrían sido orquestados por bandas cobijadas por el Cártel de Sinaloa (CDS).

Videos obtenidos y compartidos por la periodista Karol Noroña, especialista en temas de Derechos Humanos, revelaron el acuerdo de paz al que llegaron las distintas células adscritas al CJNG con el fin de consolidar una unión “por la tranquilidad del país”.

Desde diversos centros carcelarios, bandas como Los Lobos, Los Tiguerones, Los Lagartos, Mafia 18 Tiburones y la Nación Latin King dieron a conocer su alianza y desmintieron los señalamientos al CJNG como responsable de los violentos atentados.

En uno de los materiales aparecen al menos 30 integrantes de Los Tiguerones quienes, con una insignia del “Cártel Nueva Generación” detrás de ellos, señalaron a Los Águilas, que trabaja bajo el mando de Los Choneros, como la facción criminal responsable de la escalada de la violencia.

Dando lectura a un comunicado escrito de manera conjunta entre los grupos mencionados, uno de los integrantes de Los Tiguerones explicó: “los pasquines que circulan en diversas ciudades no son de nuestra autoría, ni Tiguerones, ni Lobos, ni Lagartos, ni Latin King ni Mafia 18 Pabellón 10″.

Asimismo, externó que “lamentamos los amedrentamientos en contra de las unidades educativas, centros de salud, parques, UPC (Unidades de Policía Comunitaria) y los cuerpos colegiados de los antes mencionados, eso es culpa de Los Águilas y de su brazo armado en Esmeraldas, Los Gángsters, que nos quieren incriminar”.

De acuerdo con reportes de la prensa local ecuatoriana, Los Águilas es una banda delictiva de no más de cinco años de existencia que está alineada a Los Choneros y tiene una amplia presencia en distintos pabellones de la Penitenciaría del Litoral.

Los Choneros es un grupo criminal surgido en la década de 1990 en Chone, una ciudad de la provincia de Manabí, al oeste de Ecuador, gracias a Jorge Busmarck Véliz España, alias Teniente España, identificado como su fundador.

Para el año 2000, esta organización delictiva ya había extendido sus operaciones y se había convertido en el brazo armado de un cártel colombiano con conexiones en México y Estados Unidos. Fue precisamente en esa época que el Cártel de Sinaloa llegó a Ecuador, según reportes oficiales.

Uno de los intermediarios del CDS para sus operaciones en el país sudamericano era César Fernández, quien incluso llegó a ser gobernador de la provincia de Manabí. No obstante, en 2003 fue detenido con casi media tonelada de cocaína que tenía planeado trasladar desde Portoviejo hasta México.

Tras su captura, el excapitán del Ejército ecuatoriano Telmo Castro Donoso, alias El Capi, se convirtió en el nexo principal con el CDS, pues había trabajado de manera directa con Tomás Guzmán, identificado como sobrino de Joaquín El Chapo Guzmán.

Castro Donoso llegó a convertirse en uno de los narcotraficantes más buscados de Ecuador. Según algunos testimonios recabados durante el “Juicio del Siglo” contra El Chapo en Nueva York, mandos militares como El Capi eran piezas clave para el trasiego de drogas desde Colombia hasta México vía Ecuador, pues utilizaban los camiones militares para mover la cocaína aprovechando que dichas unidades no suelen ser revisadas por las autoridades.

Cuando El Capi fue detenido al inicio de la década de 2010, Los Choneros estaban al mando de Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, y ya estaban completamente a cargo de las operaciones de tráfico de droga para el Cártel del Chapo.

En años recientes, con la llegada del cártel del Mencho a Ecuador para disputar el control del trasiego de sustancias, las células del CDS y el CJNG han protagonizado varios de los más violentos episodios que se hayan registrado en aquel país.

Tan solo en 2021, en los meses de febrero y septiembre, ocurrieron dos de los motines carcelarios más sangrientos de Ecuador, en los cuales fueron asesinados casi 200 presos durante los enfrentamientos entre Los Choneros y grupos afines al cártel de Jalisco.

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