Las filtraciones de miles de documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han sido un tema recurrente desde los últimos días de septiembre, pues conforme avanzan las semanas se dan a conocer nuevos detalles sobre las operaciones de la dependencia militar e, incluso, aspectos que reflejan el desempeño de varias figuras políticas del país.
Como era de esperarse, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido uno de los principales implicados en los documentos filtrados por el grupo Guacamaya, mismos que han relevado desde actualizaciones sobre su estado de salud hasta su bitácora de actividades.
Precisamente este último tema es el que desató múltiples reacciones en días recientes, ya que de acuerdo con los archivos a los que tuvo acceso la periodista Sandra Romandía, AMLO suele tener su agenda vacía después de su conferencia mañanera en Palacio Nacional.
Al respecto, el columnista Raymundo Riva Palacio utilizó su más reciente columna en Ejecentral para lanzar una nueva crítica al mandatario federal, a quien se refirió como uno de los más disgustados con el hackeo a la Sedena.
Uno de los argumentos con los que el periodista “le puso un espejo enfrente” a López Obrador fueron las declaraciones que el propio presidente emitió en octubre de 2019, cuando aseguró que la única manera de cumplir con los compromisos de su sexenio era trabajar 16 horas al día y descansar sólo ocho. Sumado a ello, en días recientes comentó que estaba “más aplicado que nunca”.
“Siempre he trabajado mucho para la transformación y ahora más, porque imagínense me faltan menos de 23 meses ya cierro mi ciclo, entonces estoy con todo, sin embargo, hay quienes ya quisiera que esto se terminara, les molesta mucho”, expresó el titular del Ejecutivo Federal el pasado 4 de noviembre.
Esto, considerando las bitácoras consultadas por Romandía, sería poco acertado, ya que “la mañanera” suele ser su única actividad, a menos que dentro de sus planes haya alguna gira o supervisión al interior de la República.
“No le gusta a López Obrador que le pongan un espejo enfrente, pero el reflejo de flojo y desobligado está comenzando a relucir”, arguyó Riva Palacio en referencia a los archivos interceptados por Guacamaya.
“Zeus”, nombre utilizado como clave por la Sedena para referirse a López Obrador, suele levantarse a las cinco de la mañana para, en punto de las seis, recibir a los integrantes del gabinete de seguridad para su reunión diaria. Al terminar se dirige de manera puntual al salón Tesorería de Palacio Nacional para su encuentro con los medios. Posteriormente, rara vez tiene actividades planeadas.
“Su agenda permanece vacía, en blanco; sin otra cosa programada para hacer más que recibir las terapias físicas que el cuerpo de médicos militares le proporcionan a él y a su esposa, a veces también a su hijo menor, generalmente por las tardes”, escribió Romandía para Opinión 51.
El detallado registro que lleva el Ejército sería una de las cosas que indignan a López Obrador, según consideró Riva Palacio, pues aunque estos seguimientos existen desde hace varios sexenios, “el hackeo lo está comenzando a dibujar ante la opinión pública” y eso es “lo que ya no le gustó”.
Después de las actividades privadas que suele tener el presidente por las tardes, se reúne con Jesús Ramírez Cuevas, a quien Riva Palacio llamó su “jefe de propaganda”, para preparar la conferencia matutina del día siguiente.
Ante esto, el también analista político criticó que “eso es lo que él [AMLO] llama ‘gobernar’”, por lo que aseguró que el mandatario “trabaja poco, flojea mucho, no gobierna, administra conflictos, y se enoja cuando lo enfrentan con la realidad”.
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