El pasado 17 de mayo la Policía Nacional de España desarticuló una red del Cártel de Sinaloa, a menudo descrita como la organización narco más poderosa del hemisferio occidental, que pretendía estalecerse en el país y ampliar su influencia en el continente europeo.
Los agentes decomisaron viviendas, fincas, bodegas, armas, autos de lujo, laboratorios para fabricar drogas y detuvo a 24 integranes de la organización criminal, entre ellos un subinspector de la Policía Nacional, Diego Arias García, quien reveló cómo funcionaba la estructura delicitva y las identidades de los que la conforman.
La mayoría de los 24 detenidos, según las investigaciones, formaban parte de una red familiar de sinaloleneses. El resto eran algunos cuantos colaboradores españoles y un ciudadano de nacionalidad china identificado como Mingfu Xu.
A los integrantes del clan familias les fueron bloqueadas más de 20 cuentas bancarias y se supo que mantenían un perfil empresarial como fachada para sus actividades de narcomenudeo y lavado de dinero. Para ello, según un reportaje de la revista Proceso, crearon una red de sociedades que se extendía por España, Colombia, Suiza y Portugal.
Los dos cabecilas principales de la organización afin al Cártel de Sinaloa fueron identificados como José de Jesús Flores Gutiérrez y su hijo José de Jesús Flores Ramos, alias “Pepe”. En sus respectivas declaraciones negaron cualquier tipo de responsabilidad y tampoco hicieron referencia a la supuesta cena con el ex presidente Enrique Peña Nieto y el contacto con el embajador Quirino Orzas Coppel.
La investigación del clan familiar inició en 2020, cuando las autoridades españolas detectaron la llegada a Madrid de varios mexicanos procedentes de Sinaloa que en poco tiempo se instalaron en diferentes viviendas de lujo y comenzaron a trabajar en grandes plantaciones de marihuana ubicadas en Hueva y Pastrana, en la provincia de Guadalajara, donde recibían visitas reiteradas de personas vinculadas con el tráfico de drogas.
“Habían introducido a España más de 10 millones de euros en metálico y oro de inversión con la finalidad de asentarse aquí (...) compraron decenas de vehículos de lujo y viviendas de alto standing, así como la adquisición de negocios, entre ellos una gasolina como tapadera, y a constituir sociedades para canalizar los beneficios obtenidos de la venta de estupefacientes”, detalló el informe consultado por Proceso.
Un matrimonio sinaloense
Una de las compañías de la red criminal fue identificada como “Secorpat” y propietaria de la gasolinera “Los Ángeles”, la cual se encuentra ubicada en la carretera de Tarancón, en Pastrana, Guadalajara, y de una finca localizada en Hueva, donde fue encontrada droga y era habitada por la madre y el padre del clan.
En el Boletín Oficial del Registro Mercantil, consultado por el medio mexicano, la propietaria y administradora única de “Secorpat” fue identificada como María de Lourdes Ramo Vega, esposa de José de Jesús Flores Gutiérrez y madre de “Pepe”.
María de Lourdes es el único miembro de la familia sinaloense que cuenta con el documento nacional de identidad español. Se sabe que en 2020 cambiaron el domicilio de la sociedad a Madrid y que en noviembre modificaron el objeto social de la empresa: “Alquiler de automóviles y vehículos de motor ligeros. La compra, venta, adquisición, enajenación y explotación de fincas, tanto rústicas como urbanas. Promoción inmobiliaria. Construcción de edificios”.
Asimismo, según el comunicado oficial, los presuntos narcos “no dudaron en comprar voluntades de distintos funcionarios para que les ayudaran asentarse y conseguir documentación”.
De acuerdo con la declaración del subinspector coludido, Diego Arias García, en el verano del 2020 un abogado que conoció le dijo que un matriomonio mexicano había llegado a España porque “habían tenido problemas en México”.
Él mismo declaró que se reunió con Flores Gutiérrez y María de Lourdes para “ayudarlos” a establecerse en España. Incluso, detalló, ellos le entregaron un listado con los nombres de unos 20 familiares que tenían que abandonar México por “problemas de seguridad”.
El primero en llegar fue Jorge Alejandro, hijo de ambos, a bordo de un avión privado con una “cantidad descomunal” de dinero y oro. Después llegó el resto de la familia, unas 25 personas, entre ellas “Pepe”. El policía de España dijo que la relación con los sinaloenses se volvió tan cercana que su familia y la de los mexicanos fueron juntas a Disney en París.
En algún momento “Pepe” le confesó que tenía relación con “cárteles en México” y que se dedicaba al blanqueo de capitales.
Incluso explicó que una vez cuestionó a Flores Gutiérrez sobre el motivo por que había abandonado México, a lo que éste le contestó que se había dado cuenta de que tenía “dos hijos y que solo tenía dos caminos: acabar muerto en una cuneta o acabar con un traje de recluso naranja en Estados Unidos”.
De acuerdo con el testimonio de Arias García, el cabecilla del Cártel de Sinaloa incluso le habría confesado sus intenciones de buscar algún acuerdo con la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).
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