Una noche de nostalgia y la vibra gozosa del presente es lo que se vivió el viernes 4 de noviembre en el íntimo concierto en que Ana Torroja se reencontró con su público “chilango”.
La icónica voz que ha musicalizado vivencias generacionales resonó fuerte ante mil 700 personas que se dieron cita en el Salón La Maraka, en Ciudad de México, con el ánimo de vibrar con una selección de temas que abarcaron los años en que Mecano dominó la escena musical en España y Latinoamérica, la etapa solista de la artista y las nuevas canciones que Torroja se encuentra tocando en vivo, como parte de sus experimentaciones actuales.
Tras la pausa mundial por la contingencia sanitaria, el tour Volver -maquinado desde 2019- llegó a la capital mexicana en el escenario donde la madrileña complació a su nutrida base de fans que no dejó de corear con emoción y donde se propició una cercanía pocas veces posible entre una superestrella y su público.
Enfundada en un traje enterizo rojo con brillantes y botas de plataforma a juego, la “marquesita” de 62 años, quien desde hace tiempo reside en tierras mexicanas, salió a escena entre vítores para arrancar los primeros suspiros nostálgicos de la noche.
Un explosivo medley de El cine, Ay, qué pesado y Me colé en una fiesta transportó a los presentes a aquellos años 80 cuando desde España un trío sónico -dos hermanos y una chica- causaba fascinación y extrañeza también con su propuesta novedosa en estética visual, y un sonido tecnopop que terminó de encantar gracias a los poemas hechos canciones que José María Cano puso en la emblemática voz de Ana.
Pero después del flashback, un segundo set de la artista presentó las canciones con las que se plantó inicialmente en la escena musical tras la disolución de Mecano, cuando con su propia propuesta emergió en los 90, ya con el éxito probado pero con un nuevo reto personal.
Con A contratiempo y Ya no te quiero, de los primeros éxitos de Ana en solitario, la artista encantó a quienes conocen bien su obra más allá de Mecano, y con Corazones, el tema de 1999 que grabó al lado de su compatriota Miguel Bosé en su recordado tour GiraDos, el ánimo entre la audiencia se volvió a disparar.
Le siguió el tema 20 mariposas y tras ello, un breve interludio luego del cual Ana Torroja volvió al escenario ahora con un ceñido mini-vestido negro con altas botas del mismo color.
Sentada en un banco en el centro del escenario, la artista interpretó una Cruz de navajas en un arreglo más down tempo, de las canciones más coreadas a voz en pecho entre la audiencia. Al momento le siguió la interpretación de Soy, otro tema “de culto” de Ana, incluido en su álbum Sonrisa, de 2010.
Una sorpresa llegó después con la presencia de Benny Ibarra, otro veterano de la balada pop en español, quien llenó de halagos a la española tras interpretar El 7 de septiembre, en un dueto que arranco suspiros y provocó porras para el ex Timbiriche.
Un aire nuevo llegó con la interpretación de Ya fue, uno de los diversos temas que Ana Torroja lanzó en 2021, en medio de la pandemia, cuya instrumentación más cercana a lo electrónico le dio un toque contemporáneo al encuentro.
Tras ello, y de nuevo en el banco, Ana interpretó el clásico Los amantes, en una versión refrescada que presentó junto a los guitarristas que la acompañaron durante la noche, y con quienes de vez en vez jugueteaba en el escenario, dejando ver la complicidad con su equipo de trabajo.
Ahora vestida con un traje blanco enterizo con flecos en los brazos, a juego con los que Ana luce en su peinado estilo mullet, la intérprete deleitó con Aire, otro críptico emblema “ochentero”.
Y de regreso a 2021, siguió el tema Llama, otro de los que “la Torroja” lanzó el año pasado, derivado de su experimentación en medio del confinamiento. Llegó entonces el climax del concierto en el que sonaron La fuerza del destino, Un año más, Hijo de la luna, Hora y cuarto -otra novedad, que grabó a dueto con Alaska- y Duele el amor -su primer hit mainstream en solitario que lanzó junto a Aleks Syntek en 2003.
Barco a Venus sonó fuerte como preámbulo del cierre, que llegó inevitablemente con Me cuesta tanto olvidarte, la balada que el público latino hizo suya hace más de 30 años.
Ana Torroja propició la cercanía con su público en todo momento, y casi para finalizar el show, hizo caso a peticiones y entonó a ccapella fragmentos de joyas su discografía como No es serio este cementerio, Laika, No hay marcha en Nueva York y Quédate en Madrid.
Al final de la presentación, la estrella lució feliz y agradecida con su público que no dejó de corear “Ana, Ana, Ana, Ana, Ana”, quien prometió nuevas noticias pronto para todos sus seguidores.
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