Los fiscales federales de Estado Unidos encargados en el caso en contra del ex secretario de Seguridad Pública de México (2006-2012), Genaro García Luna, dieron a conocer que el ex funcionario habría mantenido nexos con el crimen organizado por más de 18 años, aún después de haber concluido su periodo como servidor público.
Según la información presentada, hay pruebas de que los cargos por actividades que facilitaron el narcotráfico comienzan a partir de 2001, cuando fue director de la Agencia Federal de Investigación en México, y terminan hasta julio de 2020, ocho años después de concluir su periodo como secretario de seguridad durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
Esto se da en argumento en contra de la solicitud de los abogados de García Luna para desechar varios de los cargos por los que hoy es investigado, asimismo responde a las exigencias de la defensa por mayores detalles sobre los testigos de la fiscalía estadounidense.
Cabe señalar que a la par, los fiscales del tribunal federal en Brooklyn (donde se prepara el juicio) afirman que el acusado utilizó sus altos puestos oficiales para ayudar al Cártel de Sinaloa a cambio de sobornos multimillonarios.
De acuerdo con lo precisado, se señala que entre enero de 2001 y julio de 2020, el acusado conspiró con miembros de dicho cártel para importar grandes cantidades de narcóticos a Estados Unidos. A esto se suma el hecho de que en 2018, después de mudarse a Estados Unidos, presuntamente mintió sobre su conducta en búsqueda por conseguir la ciudadanía estadunidense.
Cabe recordar que García Luna fue detenido en 2019, por lo que, según las fechas y registros, el ex funcionario habría continuado entablando nexos con el crimen organizado tras ser arrestado por las autoridades estadounidenses, lo cual indicaría una contradicción con lo aseverado por su defensa, misma que argumentó que cuando el ex secretario dejó el gobierno en 2012 concluyó su participación en las actividades ilícitas.
De acuerdo con la acusación formal, los hechos habrían sido perpetrados entre 2001 y 2005, cuando García Luna era director de la Agencia Federal de Investigación, de 2006 a 2012, cuando fue secretario de Seguridad Pública y continuaron hasta 2020 una vez fuera de algún puesto dentro del gobierno mexicano.
Con ello, los fiscales sostienen que la conducta del acusado después de 2012 comprueba que “nunca abandonó la conspiración”.
Las nuevas pruebas presentadas
A penas el 26 de octubre los fiscales de Nueva York dieron a conocer que fueron entregadas nuevas pruebas contra el ex secretario de Seguridad, mismo que fue mano derecha del ex presidente Felipe Calderón (2006-2012).
Dichas pruebas son documentación relacionada con la incautación de drogas en el condado de Queens en diciembre de 2019, así como con el envío de narcóticos a Estados Unidos a través de empresas fachada.
La fiscalía del distrito este de Nueva York también dijo en un documento presentado en el sistema electrónico de las cortes federales estadounidenses que entre sus pruebas habrá, además, talones de pago a García Luna y una fotografía de los otros conspiradores en el caso tomada en octubre de 2008. Los otros dos conspiradores son Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño García, dos ex jefes de la policía federal y hombres de confianza de García Luna.
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