El matrimonio igualitario ya es un hecho en México, pero lo que hace falta es el respeto y garantizar los derechos de todas las personas.
De acuerdo con Denisse Paulette Campuzano Ramos, profesora investigadora de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM, después de este logro para la comunidad LGBT+ ahora se debe impulsar una armonización legal para que se cuente con un marco normativo en toda la República mexicana.
Esto viene a que ya en todo México se puede contraer matrimonio, pero en algunos se realiza porque todavía hay un decreto u orden judicial, como en las entidades de Chihuahua, Guanajuato, Aguascalientes, Chiapas y Nuevo León.
“Estamos ante un progreso de gran trascendencia en el sistema jurídico mexicano, pues con las reformas se garantiza el derecho de todas las personas a mantener una identidad propia y para ello ahora es necesario unificar los criterios legales a fin de que estén acordes con los fallos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, comentó.
Campuzano Ramos mencionó que ahora se debería proponer realizar una reforma de ley sustantiva civil o familiar para que permita una armonía legislativa el cual permitiría garantizar otros derechos para que cualquier persona decidan formalizar su relación por el matrimonio igualitario.
Agregó que se debería considerar los mismos derechos y obligaciones para todas las personas, incluso el querer formar una familia y cualquier otra garantía individual.
También habló sobre la armonización de las normas, el cual la investigadora señaló que hay otros derechos que deben garantizarse como la adopción, herencias, servicios de salud para la pareja, pensión alimenticia, cambio de nombre y sexo, expedición de nuevas identificaciones (actas de nacimiento, pasaporte, INE) en los que se refleja el género, entre otros.
Destaco que hay que hacer cambios en la legislación en los derechos migratorios, esto con el fin para que las parejas quieran contraer nupcias en el extranjero o los mexicanos residentes, del mismo sexo, deseen casarse, ya que según la ley lo pueden hacer en cualquier consulado.
La especialista celebró que si ahora ya todo el país dio legalidad a los matrimonios igualitarios, “ningún juzgado podrá negarse a celebrar una boda civil entre personas del mismo sexo”.
Si se niega estaría incumpliendo las disposiciones legales, además de violentar el derecho a la igualdad y no discriminación, además de estar haciendo un delito de abuso de autoridad o ejercicio indebido de funciones.
Puede llegar la ocasión de que un juez lo rechace por motivos personales, aunque no se está claro si eso se puede apelar a la llamada “objeción de conciencia”, aplicada en el sector salud.
Pero, el juzgado civil, como institución, no debe negar la validación de un matrimonio entre personas del mismo sexo a menos de que existan causas graves.
La investigadora confesó que a pesar de que hay muchos pendientes en materia de igualdad y respeto a la comunidad LGBT+, ya es un gran avance jurídico y social que se puedan casar las personas del mismo sexo.
“Podemos decir que estamos quitando poco a poco esa parte conservadora que durante muchos años y a lo largo de la historia prevaleció en la ley y estamos avanzando hacia un país más liberal en donde el ejercicio pleno de los derechos humanos está ganando terreno por encima de las cuestiones ideológicas y religiosas”, finalizó.
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