La falta de información sobre la enfermedad, las pocas maneras para diagnosticarla, la ignorancia; además de una condición de rechazo y tratos discriminatorios por parte del personal de salud, aumentan los problemas para el tratamiento de la viruela símica en nuestro país.
En un sistema de salud que suele ser estigmatizante y discriminatorio para las personas de la comunidad LGBTTTI, los contagios de viruela del mono han aumentado la división, en la que se suma una falta de protocolos para atender los casos y carencia de vacunas para combatirlos.
Incluso activistas han expresado indignación ante el señalamiento cuando se tiene viruela por las prácticas sexuales y la orientación sexual, ya que aseguran se vuelve a repetir todo el estigma del VIH como desde principios de los 80s.
De acuerdo a una publicación de Emeequis un activista denunció que “No hay absolutamente ninguna estrategia por parte del Estado, ni de la Secretaría de Salud, del IMSS ni del ISSSTE de atención” y es que contó su experiencia al acudir al IMSS para ser tratado tras sospechar que había contraído la enfermedad.
“Cariño, no te preocupes, es varicela, verás que pronto se te pasará”. Fue la respuesta que dio una enfermera del IMSS al tomarle los signos. Le pidió descubrirse las extremidades para medir la presión arterial. Fue en ese momento cuando quedaron expuestas en el brazo izquierdo alrededor de 20 pápulas rojas que dejaban en evidencia el contagio de la viruela símica.
La enfermera guardó silencio para no alarmar a los demás que esperaban consulta. Le sujetó el brazo usando guantes de plástico y lo hizo esperar más de lo normal para entrar a revisión. El estigma del contagio estaba ahí. El activista relató que al entrar al consultorio lo esperaba la doctora que, al cuestionar sobre su orientación sexual, soltó un “ves” acompañado de una mueca, cuando él le respondió ser homosexual.
Ese fue el testimonio de uno de cientos de personas que seguramente ya pasaron por la misma situación, pacientes que son estigmatizados por su orientación sexual. Hasta septiembre de este año, las cifras indicaron que de los casos registrados, un 98% corresponde a hombres y 2% a mujeres; sin embargo en el corte del pasado 24 de octubre, la Secretaría de Salud informó que en todo el país se tenía un registro de 2 mil 654 casos confirmados en las 32 entidades del país, y otros 377 casos en estudio.
De acuerdo a información oficial, la distribución de contagios se concentra principalmente en la Ciudad de México con mil 601 casos confirmados con la tasa de incidencia más alta a nivel nacional, seguido de Jalisco con 301 casos; 272 en el Estado de México y 93 en Yucatán. No obstante es un padecimiento que, desde el primer contagio registrado en el mes de julio, se ha expandido hasta tener presencia en todo el país.
A lo anterior, representa un aumento del 56.3% en consideración con los casos detectados a inicios de octubre, cuando se reportaron mil 968 casos confirmados, 3 mil 564 casos notificados y 446 casos en estudio.
En México, a pesar de llevar un registro de casos posibles y confirmados, la Secretaría de Salud se ha negado a la llegada de la vacuna, así como a la implementación de dosis masivas en la población mayormente afectada, así lo comentó el activista “Es una decisión completamente homofóbica no querer adquirir vacunas, porque esta epidemia está concentrada en hombres que tenemos sexo con otros hombres como el VIH”, afirmó.
Hace unas semanas a través de una convocatoria en internet, la comunidad LGBT+ invitó a que se unan a la protesta en las oficinas del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE) con el fin de que vacunen a la población en contra de la viruela símica.
Con el grito “Vacuna sí, viruela no”, el director de VIHiveLibre, Alaín Pinzón exige los derechos de vacunación urgente porque hoy en día no han inoculado a las personas en contra de esta enfermedad.
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