En noviembre de 2020 la carrera deportiva de Raúl Jiménez estuvo a punto de cambiar drásticamente a causa de una fractura de cráneo. Durante un partido de la Premier League, el delantero mexicano chocó con David Luiz cuando ambos salieron a buscar el esférico en el aire y desde ese momento, el delantero mexicano se enfrentó a una larga recuperación para sanar.
Desde su operación hasta que Raúl pudo volver a las canchas experimentó todo tipo de procesos para volver a desempeñarse como futbolista profesional y en su recuperación tuvo secuelas de las que nunca habló en su momento; ahora a casi dos años del incidente, el delantero de los Wolves confesó cómo fueron sus primeros días de recuperación y las sensaciones extrañas que tuvo.
Lo primero que explicó el canterano del América, en entrevista con TUDN, fue la atención que recibió ya que debido a la gravedad de su lesión recibió mensajes de apoyo y aliento para su recuperación.
“Todo el mundo estuvo siempre al pendiente de mí. Desperté y tenía mensajes de todos mis compañeros, entrenadores, todos, toda la gente que está involucrada en la selección y del equipo de aquí también me llamaron”.
Pero en cuanto a proceso de sanación tuvo secuelas que le hacían perder el equilibrio y experimentar fuertes mareos al grado de necesitar ayuda para caminar, además de que experimentó dificultades para realizar actividades cotidianas como agarrar un vaso de agua.
A pesar de que el diagnóstico médico en aquel momento era favorable, sí lidió con algunas incomodidades para retomar su cotidianidad, así lo externó Raúl Jiménez:
“Al principio me acuerdo que me tenía que agarrar yo de la pared, o ir agarrado de alguien porque como que me iba de lado. Cosas como para agarrar un vaso de agua me estuvieron ofreciendo, yo iba normal, pero cuando ya estaba cerca de tomarlo iba con más precaución para sí agarrarlo; al final dicen los doctores que es normal”, narró.
Conforme pasaron los meses y su recuperación era favorable, el Lobo de Tepeji tuvo el permiso de salir y caminar largas distancias, así que aprovechaba esos espacios para visitar la concentración de los Wolves, pero al caminar sentía que los árboles se movían por los mareos que aún tenía.
“Iba a caminar las primeras veces al club —después de dos semanas de estar en casa— y en las canchas está lleno de árboles, siento que voy caminando, volteo a ver los árboles y se están moviendo”.
Una vez que los médicos le dieron el alta y pudo regresar a disputar partidos de fútbol, Raúl confesó que llegó a sentirse como Messi ya que dejaba atrás a todos pues “era intocable” ya que los jugadores tenían la indicación de no tocar a Raúl Alonso. Aquel acto le valió para sentirse “como Messi”, agregó.
“Cuando me junté al grupo me acuerdo que las primeras semanas era ‘nadie puede tocar a Raúl’, era sin contacto y yo me sentía Messi quitándome a todos”, compartió. Pero una vez que sus médicos le permitieron contacto físico, Jiménez se alegró “Casi para acabar la temporada me dieron permiso de contacto y fue muy padre el regresar y volver a sentir esa emoción y ese roce con mis compañeros”.
Raúl Jiménez se incorporó a la Selección Mexicana casi un año después de su fractura de cráneo y compitió en las rondas eliminatorias rumbo a Qatar 2022, ahora a escasos días de que empiece Qatar 2022, Raúl está en duda para el Tri a causa de otra lesión.
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