Entre crímenes y lamentos: las historias de terror que esconden cuatro calles de CDMX

En este Día de Muertos recordamos a nuestros seres queridos que ya no se encuentran en el plano terrenal con nosotros, así como también rememoramos historias trágicas y leyendas de terror que han ocurrido en la Ciudad de México, que se refieren a algunas calles dentro de las 16 alcaldías de la metrópoli donde se puede percibir un ambiente paranormal, en dichos lugares se han presentado sombras, ruidos, lamentos, y fenómenos extraños, de acuerdo con lo que cuentan las y los vecinos de estas zonas. Estas son los cuatro sitios ubicados en la CDMX con historias de terror.

Esta calle se ubica en la colonia Insurgentes Mixcoac, alcaldía Benito Juárez, y se trata de un espacio no muy concurrido entre las personas. Una de las diferentes historias que se ha generado al respecto es sobre que se aparece un demonio que deambula por por este lugar y también se llegan a escuchar sonidos raros. Satanás aparece en forma de sombra detrás de un árbol.

También se cuenta que ahí se llevan a cabo rituales malignos en los que los objetos ofrecidos no duran mucho tiempo en estar presentes y desaparecen. Las historias urbanas que relatan los pobladores de Mixcoac es que el diablo se lleva el alma de quienes lo llegan a desafiar.

Este punto de la alcaldía Benito Juárez era un callejón reducido y con mucha vegetación, pero cambió su aspecto y hoy se nota desolado y con un aspecto terrorífico, aún más por las noches.

La leyenda de que se aparece belcebú inició por un joven que pactó con él y le fue otorgada una maldición, por lo que el diablo se quedó con su alma. Han sido muchas personas que se han encontrado con el diablo, según los relatos de las personas que habitan en Mixcoac.

La historia de terror que se ha relatado en una de las calles del Centro Histórico de la capital es sobre un multihomicidio que ocurrió en la calle Donceles 98. El crimen data de finales de 1700 donde un comerciante que iba en ascenso en sus negocios, de nombre Joaquín Dongo, fue una de las personas que perdió la vida al ser apuñadado.

De acuerdo con el libro La vida en México, de Madame Calderón de la Barca, este suceso ocurrió de la siguiente manera: “Una noche (los asesinos) sabedores de que Dongo estaba ausente, remedaron los toques que solía dar el cochero para que les abrieran las puertas. Así se colaron los ladrones en la casa. Fue su primera víctima el portero. Le derribaron en tierra y acabaron con él a puñaladas. Le siguió en turno un indio (…) después la cocinera y así sucesivamente hasta que once personas estuvieron tendidas en el suelo revolcadas en sangre”, se lee en la obra.

Este hecho se vincula a una historia de terror debido a que personas allegadas a Joaquín Dongo apuntaron que el comerciante había pactado con el diablo para que pudiera incrementar sus ganancias y hacerse rico. La muerte de las 11 personas habría sido porque el diablo intervino en la mente de los asesinos para cobrarse de que Joaquín Dongo no cumplió con su parte del trato, el cuál era venerarlo. Hoy en día, este lugar es una tienda de fotografía.

Un callejón más en la CDMX donde han sucedido actos violentos y cosas de ultratumba, está ubicado en Aguacate 19-31, colonia Santa Catarina, alcaldía Coyoacán. Se cuenta que en este lugar han sucedido muchas tragedias, asesinatos de infantes y desapariciones de personas, aunado a apariciones de entes.

Esta casa es donde sucedieron todas las cosas paranormales de la historia del libro de Cañitas, de Carlos Trejo. Se ubica en cerrada Cañitas 51, colonia Popotla, alcaldía Miguel Hidalgo.

Como se relata en la obra los sucesos se dieron en los años ochenta. Carlos Trejo inició su carrera como ‘cazafantasmas’ debido a los hechos que le ocurrieron a él y a su familia, tras jugar con la ouija.

El Día de Muertos también es un día para evocar historias que han trascendido en la memoria colectiva por lo extraño en que la muerte se puede presentar entre nosotros.

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