El abogado que interpuso un amparo para evitar que 500 médicos cubanos llegaran a México, Fernando Urbano Castillo Pacheco, fue asesinado a balazos en la mañana del pasado 1 de noviembre en Puebla.
Reportes preliminares indicaron que se trató de un ataque directo contra los tripulantes de una camioneta, en la que viajaba el abogado, quien perdió la vida junto a otra persona. Los hechos ocurrieron en el estacionamiento de un Costco en la Reserva Territorial Atlixcayotl.
La balacera se suscitó cerca de las 11:00 horas, mientras Fernando abordaba su camioneta marca Audi. Sujetos armados a bordo de otro vehículo abrieron fuego contra el abogado. Su acompañante tuvo que se trasladado a un hospital y posteriormente trascendió que se trataba de su hermano, Alejandro Castillo Pacheco, quien también falleció.
Testigos que presenciaron el violento episodio indicaron que los presuntos agresores habrían huido en una camioneta Jeep de color negro. Una de las posibles línea de investigación que se reportó en su momento tenía que ver con un intento de robo.
Y es que de manera extraoficial se reportó que una de las víctimas había retirado una suma de dinero de un banco momentos antes del ataque armado. Hasta el momento no se ha registrado ninguna persona detenida por estos hechos, así como tampoco se tienen identificados a los supuestos responsables.
Quién era “El Niño de Oro”
La muerte de Fernando Castillo cobró notoriedad debido a su polémica trayectoria como abogado y sus lazos familiares con funcionarios poblanos. De acuerdo con Ciro Gómez Leyva, sería sobrino del ex gobernador interino de Puebla, Guillermo Pacheco Pulido.
En 2006 fue aprehendido por supuestamente cometer un agravio en contra de Banamex, luego de que intentara cobrar un cheque sin fondos. Sin embargo, dijo presentar síntomas de apendicitis y logró que lo trasladaran al Hospital La Paz. Poseriormente evadió la justicia gracias un presunto arreglo con sus custodios.
Fue así que se mantuvo alejado de los reflectores de la vida pública y comenzó a colaborar como columnista en medios poblanos, hasta que volvió a estar en el ojo del huracán en 2009 tras presumir que era el abogado del ex diputado Julio César Godoy, a quien se le señalaba de tener presuntos vínculos con La Familia Michoacana.
En 2011, El Niño de Oro volvió a ser aprehendido por fraude y violación a la Ley de Amparo. En ese momento ya contaba con seis procesos en su contra. Fue así que estuvo preso en el penal de San Miguel, aunque se presume que gozaba de lujos a cambio de dinero.
Fue hasta 2021 que logró recuperar su libertad y, una vez más, volvió a cobrar notoriedad. En esta ocasión fue por el amparo que interpuso para evitar la llegada de los 500 médicos cubanos que el Gobierno de México había contratado.
Su historial también se vio manchado por un supuesto fraude que cometió en contra del secretario de Comunicaciones y Transportes de Puebla, José Guadalupe Castillo Méndez.
Posterior a su muerte, volvieron a surgir lo señalamientos de sus ex parejas que lo acusaban de presunta agresión. Incuslo, la madre de sus hijos indicó en su momento que había sido víctima de violencia de género y violencia vicaria.
En su cuenta de Twitter se describía a sí mismo como “católico y provida”. En algunas de sus publicaciones mostraba su postura en contra del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
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