Tras el pronunciamiento del Episcopado Mexicano (CEM) que se une a la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) al señalar que la propuesta de Reforma Electoral es claramente regresiva, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se limitó a decir que respeta profundamente a la iglesia católica.
“Nosotros somos muy respetuosos de la iglesia católica y de todas las iglesias, la verdad es muy buena la relación con todas y excepcional la relación con el papa Francisco, es el mejor papa que ha tenido la iglesia católica en mucho tiempo y sin duda el mejor papa para con nosotros los mexicanos en circunstancias de transformación.
Este martes 1 de noviembre durante su tradicional conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional, el mandatario federal insistió en el respeto que le tiene al clero, aunque no coincida con su forma de pensar: “De toda maneras nosotros somos respetuosos de todas las iglesias y de los libres pensadores, es su visión y la respetamos aunque no estemos de acuerdo en ese punto de vista. Sólo es cosa de que se diga que la palabra democracia se compone de dos partes: demos, pueblo; cratos, es poder. La democracia es el poder del pueblo y hay conservadores que quieren que nada más haya cratos sin demos, poder sin pueblo; no, no es el caso de la iglesia porque la iglesia es todo el pueblo”, dijo el jefe del Ejecutivo federal.
Y vaya que la reforma electoral impulsada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha desatado una serie de controversias desde que la propuso en abril pasado, a pesar de las ‘intenciones’ del tabasqueño para que se garantice un ejercicio mayor de democracia, imparcialidad, legalidad y transparencia en los comicios electorales.
A lo anterior, la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado al respecto este lunes 31 de octubre, en el que se pronunció en contra de dicha reforma al considerarla “claramente regresiva”.
“La reforma electoral es claramente regresiva, más aún, constituye un agravio a la vida democrática del país, reforma destinada a afectar la representación y el equilibrio de las minorías y mayorías, llevando el control de los comicios hacia el ámbito del gobierno federal centralista”.
Entre los posibles agravios que dicha reforma representa, según el CEM, destaca la afectación a la gestión presupuestal, las repercusiones en su autonomía ciudadana y en su imparcialidad partidista, de manera que exhortaron a los poderes Ejecutivo y Legislativo a no poner en riesgo la estabilidad y gobernabilidad democrática del país.
“La sola pretensión de hacerlo pone en entredicho la calidad moral de quienes la impulsan”, sentenciaron los representantes del Episcopado Mexicano, quienes finalmente apelaron a la prudencia legislativa para defender a las instituciones electorales de México.
Contrario a lo anterior, López Obrador en su conferencia de prensa mañanera, defendió la Reforma Electoral y argumentó que el INE no desaparecerá, lo que busca, a su juicio, es evitar un fraude: “Tienen una campaña engañando a la gente (...) Es una reforma electoral para que haya democracia, no es desaparecer al órgano encargado de organizar las elecciones, eso no va a desaparecer, ni tampoco el tribunal. Lo que no queremos es que continúe este sistema corrupto, antidemocrático que está en poder de los conservadores, porque son capaces de hacer un fraude más adelante”, enfatizó el mandatario.
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