Como pocas veces Gael García Bernal abrió su corazón para compartir un poco sobre su experiencia actoral dentro y fuera de México, así como sus ilusiones de desenvolverse detrás de la pantalla. Para sorpresa de muchos, confesó que tras dar sus primeros pasos como actor dudó en seguir por ese camino, pues las telenovelas le dejaron un mal sabor de boca. No obstante, bastó su participación estelar en una afamada película mexicana para descubrir su amor por la actuación.
El reconocido intérprete tapatío asistió como invitado especial a Creativo, un podcast del regiomontano Roberto Martínez, donde se sinceró sobre su trayectoria artística. Para comenzar, recordó que cuando tenía alrededor de 14 años debutó en los melodramas mexicanos con Ludwika Paleta, Jorge Martínez de Hoyos, Evangelina Elizondo y Marcelo Buquet en El abuelo y yo.
Gael García explicó que en ese entonces sentía un cierto rechazo hacia la actuación por su familia porque “en casa de herrero cuchillo de palo”, pues es hijo de la reconocida actriz mexicana Patricia Bernal y el director José Ángel García. Y tras probar suerte en dicha telenovela confirmó que no quería ser actor, pues prefería crecer como cualquier otro adolescente, fuera de los sets de grabación.
Hice El abuelo y yo y me aseguró que lo mío no era la actuación. Me la pasé muy bien, pero no me divirtió para nada la manera de trabajo, lo que generaba, la tención. Yo quería ser un chavillo normal, quería crecer libre y también no tenía nada que contar en ese momento, quería crecer y quería experimentar cosas.
Así pasaron los años hasta que en 2001, cuando ya tenía más aproximadamente 20 años, regresó para estelarizar otro proyecto audiovisual. Se trata de Y tu mamá también, una película donde comenzó su dupla inquebrantable con Diego Luna y aprendió una nueva manera de contar temas poco explorados hasta ese momento.
“Yo quería hacer otra cosa completamente diferente a la actuación, pero fue en Y tu mamá también donde ahí conecté con el cine y dije “sí me voy a dedicar a la actuación”. Después de ver el resultado de Amores Perros dije ‘esto está increíble, fascinante’. Además, encontré que la actuación podía satisfacer muchísimas de mis inquietudes y curiosidades, que me podía dejar conocer a mucha gente”, dijo.
Bajo este contexto, Gael García comentó que todo ese proceso que vivió al inicio de su carrera fue una especie de crisis de identidad artística, porque por un lado estaba descubriendo las mieles de la actuación, pero por el otro quería ir más allá, no solo hacer contenido, también crearlo. Incluso, reveló que en ese entonces tuvo dos grandes maestros que influyeron en su pasión por el cine: Alfonso Cuarón y Emmanuel El Chivo Lubezki.
Tenía que ver con un viaje artístico que quería sostener y aunque suene como una palabra así medio rebuscada, la verdad es que es un concepto que hoy en día no se utiliza mucho pero es fundamental y me gustaría reivindicar su importancia porque yo estaba seguro que, si iba a ser actor, iba hacer lo que quisiera, lo que me gustara, esa era mi meta.
Afortunadamente lo consiguió, pues tras sus películas mexicanas buscó aprender cosas nuevas fuera del país, experiencias que sin lugar a dudas lo llevaron a enriquecer su nivel de actuación siendo reconocido a nivel mundial por proyectos estadounidenses como A little bit of haven y Werewolf by night. Pero no solo eso, también ha triunfado como director y productor.
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