El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha consolidado como una de las organizaciones criminales más poderosas en México en la última década. Aunque la base de sus operaciones se encuentra en Jalisco, el cártel dirigido por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, opera en 24 de los 32 estados de la república.
Michoacán y Nayarit, estados colindantes con Jalisco, naturalemente, cuentan con una fuerte presencia del cártel de los cuatro letras. Esta última entidad, sobre todo, es controlada por dos cabecillas con gran relevancia en la organización criminal.
A través de una serie de documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que fueron filtrados por un grupo de hackers y ambientalistas autonombrados “Guacamaya”, consultados por Unión Jalisco, se dieron a conocer los nombres de ambos líderes criminales.
Uno de ellos fue identificado como Hugo Gonzalo Mendoza Gaytán, alias el Sapo y/o Rey Sapo, un capo poderoso pero de bajo perfil, que se ha convertido en objetivo prioritario del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con informes de inteligencia, este hombre de aproximadamente 35 años, es un narcotraficante oriundo de Michoacán y hermano del “Güero” Abundio (Abundio Mendoza Gaytán), quien fue líder regional del CJNG hasta su aprehensión en enero de 2012.
Mendoza Gaytán dirige el Cártel Jalisco al menos desde 2015 y ha logrado expandirlo a varias entidades y ciudades de México. Es el responsable de conquistar regiones para Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho, líder absoluto de la organización criminal, y encargado de las relaciones políticas del cártel.
En Nayarit controla tanto la distribución como la producción y el trasiego de drogas en las regiones sur y costa sur.
Se sabe que también controla la plaza de Puerto Vallarta, centro neurálgico del CJNG para lavar ingresos del narcotráfico a través de clubes nocturnos, bares y restaurantes. Desde dicho destino turístico, el CJNG gestiona no solo las actividades de blanqueo de capitales y extorsión, sino también de tráfico de drogas, aseguró el Departamento del Tesroro de Estados Unidos.
Asimismo, en Guanajuato, al centro de México, “El Sapo” diseñó la ofensiva contra José Antonio Yépez, “El Marro”, fundador del Cártel de Santa Rosa de Lima. Mientras que en la capital mexicana pactó una alianza entre el CJNG y el grupo criminal la Anti-Unión Tepito para apropiarse de los negocios delictivos de la metrópoli.
“El Jardinero”
El otro jefe del cártel que controla Nayarit fue identificado por la Sedena como Audias Flores Silva, alias “El Jardinero”.
Flores Silva es considerado como el principal operador de la producción y distribución de drogas, secuestros y extorsiones en los municipios de San Pedro Lagunillas, Ahuacatlán, Acaponeta, Ixtlán del Río, Amatlán de las Cañas y Jala.
Sin embargo, también opera en El Arenal, Magdalena Tequila, Amatitán, San Marcos Etzatlán y Hostotipaquillo.
En 2021, a través de un comunicado, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos hizo del conocimiento público que “El Jardinero” es un importante narcotraficante que controla una célula criminal del CJNG a lo largo de la costa del Pacífico de México, incluido el estado de Nayarit.
“Flores Silva, que trafica cantidades masivas de opioides y cocaína, representa una gran amenaza para Estados Unidos”, dijo la directora de la OFAC, Andrea Gacki.
El procesamiento del caso, a cargo de la Sección de Estupefacientes y Drogas Peligrosas de la División de lo Penal del Departamento de Justicia, acusó a Flores Silva de conspirar para distribuir cocaína y heroína a los Estados Unidos, además por el uso de un arma de fuego para promover una conspiración de tráfico de drogas.
Previo a esta determinación, Flores Silva cumplió una pena de cinco años de prisión en Estados Unidos en relación con una condena por narcotráfico. Después de su liberación, regresó a México.
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