En la década pasada todo el país escuchó hablar de “Los Zetas”. Aquel grupo formado por desertores de los cuerpos de élite del ejército mexicano, uno de ellos el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), se hizo eco en los diarios de circulación nacional por su bagaje militar y la ferocidad con la que le disputó los territorios a sus enemigos.
Entonces se documentó como todo un nuevo fenómeno el hecho de que ex militares formaran sus propias organizaciones criminales. Desde el auge del narcotráfico en Mexico, pocas veces se había visto algo similar. Sin embargo, al parecer “Los Zetas” inauguraron una nueva praxis en el mundo del crimen organizado que unificó a dos polos opuestos en el mismo bando.
Al menos así lo dio conocer uno de los tantos informes confidenciales de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) que fueron filtrados por un grupo de hackers y ambientalistas autonombrados “Guacamaya”. El documento, titulado “Objetivos”, y con fecha de agosto de 2022, alertó sobre la existencia de un nuevo grupo criminal: “Los Exiliados”, con sede en Colima.
Dicha organización criminal, según la Sedena, está liderada por un sujeto identificado como Carlos Enrique Martínez Cuesta, alias “El Marino” o “El 5″, un desertor de la Secretaría de Marina-Armada (SEMAR) de México que se desempeñaba como titular de la Sexta Región Naval Militar.
Después de dejar las filas de la Marina, Martínez Cuesta trabajó para el Cártel de Sinaloa y se convirtió en lugarteniente del máximo jefe del cártel y el único capo de la vieja escuela que nunca ha pisado una cárcel, Ismael Zambada García, alias “El Mayo”.
En el expediente de la Sedena, consultado por Vice, se detalló que “El Marino” se desentendió del Cártel de Sinaloa cuando empezaron las disputas por el control de la organización entre las estirpes Zambada y Guzmán, mejor conocidas como la Mayiza y la Chapiza, tras la caída de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, “El Chapo”.
Los principales generadores de violencia en Colima
La sede de operaciones del también conocido como “El 5″ se encuentra en la ciudad de Manzanillo, Colima. El puerto de aquella ciudad es considerado como un punto clave para el tráfico de drogas sintéticas como fentanilo y metanfetamina, cuyas sustancias precursoras suelen ser traídas desde China.
El informe filtrado en el que se dio a conocer la existencia de “Los Exiliados” contiene un intercabmio de correos electrónicos entre un comandante activo de la Sedena adscrito a Colima y un colega con sede en la Ciudad de México. Dicho reporte tamibién identificó a 66 integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Los Mezcales y el de Sinaloa, como los responsables de la ola violenta que se vive en Colima y Jalisco.
Entre los señalados se encuentra un ex agente de la Policía Federal, un ex secretario de Seguridad Pública municipal y un ex chofer de la Sexta Región Naval de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar). El reporte también indicó que hay una familia que decidió crear su propio grupo criminal.
Los nombres que figuran en la lista negra de la Sedena son Juan Carlos Valencia y/o Valencia González, alias “El Tres”, y Julio Alberto Castillo Rodríguez, identificado como yerno del líder máximo del CJNG, Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
Según la investigación del ejército mexicano, el líder del cártel de las cuatro letras en el estado Colima está identificado como José Juan Torruco Ramos, alias “El Padre” o “El Apa”, quien opera con los hermanos Jarquín y a quien se le relaciona con el ex director de Seguridad Pública en los municipios de Villa de Álvarez y Comala, Joel Pérez Cabrera, alias “El Viejito”.
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