Sorprendió este miércoles la presencia de elementos de las Fuerzas Especiales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en los andenes del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro de la Ciudad de México, supuestamente para disuadir posibles actos terroristas.
En redes sociales circularon materiales filtrados de las videocámaras de seguridad del Metro, en donde se observa a un equipo de por lo menos 15 militares portando armas largas, saliendo de un vagón y caminando por la estación El Rosario.
Presuntamente, el recorrido lo habrían hecho a las 01:23 horas de este 26 de octubre, cuando no había pasajeros. Asimismo, habrían hecho la misma operación en la estación Pantitlán.
Trascendió que las tareas que hicieron son parte del adiestramiento del personal militar para salvaguardar la integridad de la ciudadanía y protección del país.
Debido a que las imágenes se popularizaron en redes sociales y hubieron muchas dudas por parte de los usuarios y la población en general, quienes apuntaron que esto podía ser parte de la militarización del país, la Sedena señaló que fue un operativo para preparar a sus uniformados ante un posible “atentado terrorista”.
El primer atentado terrorista de la historia reciente
Durante las fiestas patrias del 15 de septiembre del 2008, en el estado de Morelia, del sexenio del ex presidente, Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), caracterizado por haber declarado la “guerra al narcotráfico”, se registró el primer atentado calificado como terrorista.
Bajo ese contexto, la plaza Melchor Ocampo del centro histórico de Morelia se convirtió en una zona de guerra luego de que presuntos integrantes del crimen organizado lanzaran dos granadas de fragmentación dejando a ocho muertos y más de un centenar de heridos.
Aunque ninguna célula delictiva se adjudicó los hechos, y sólo se cuenta con un retrato hablado del posible agresor, las teorías apuntaban a algún cártel contra el cual el gobierno librara una guerra desde el 2006.
Pese a ello, evocó Loret de Mola, Calderón no lo declaró como atentado terrorista y, ante tal situación, el propio López Obrador, como opositor, pidió las renuncias del Secretario de Gobernación (Segob), del de Seguridad Pública y del Procurador General.
“Hoy el presidente está en la misma situación: sin reconocer los actos de terrorismo e intentando jugar con las palabras, lo que tanto le gusta hacer. Habrá que ver si tener que tragárselas no le causa indigestión”, concluyó el comunicador.
En el caso del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), los opositores han señalado que algunos ataques orquestados por el crimen organizado son actos terroristas, ya que abren fuego en medio de avenidas, centros comerciales y todo tipo de lugares, sin importarles que haya civiles.
A pesar de las acusaciones, el ejecutivo federal ha sostenido que no existe el terrorismo y que todo se trata de intentos de la oposición para maximizar narcobloqueos u otros sucesos, con la finalidad de atacar a su administración.
“Y decirle al pueblo de México que estén tranquilos, que hay gobernabilidad, hay estabilidad. Y al mismo tiempo hay un interés de nuestros adversarios, los conservadores de magnificar las cosas, de hacer periodismo amarillista, sensacionalista”, dijo el pasado 15 de agosto durante la conferencia matutina, cuando habló sobre los narcobloqueos que se registraron durante ese fin de semana, casi simultáneamente en Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Baja California y Chihuahua.
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