En la temporada de Día de Muertos el pan dulce típico mexicano es el de Muertos que se coloca en las ofrendas para los santos difuntos y se degusta en el desayuno o cena. Sin embargo, a pesar de estar azucarado hay quienes se atrevieron en rellenarlo con chilaquiles en lugar de chocolate, nata o mermelada.
La extravagante combinación ha dado de qué hablar, al sorprender por su mezcla entre ambos platillos tradicionales de la gastronomía mexicana. Cabe recordar que los chilaquiles también suelen usarse como relleno de tortas.
Esta propuesta ya se vende en algunos establecimientos de la Ciudad de México. Una de ellas es Chilaquil del Valle, un restaurante mexicano que, como su nombre lo indica, es especialista en sus chilaquiles, por lo que en esta temporada ha aprovechado para colocarlos dentro del Pan de Muerto y venderlo a sus comensales.
De acuerdo con El Universal, Adrián Santoyo, propietario del restaurante, la idea de fusionar el Pan de Muerto con los chilaquiles surgió de la idea de crear un platillo de temporada, sin quitarle el foco al platillo emblema del restaurante.
“Me pareció que era muy buena combinación el pan de muerto de ajonjolí con chilaquiles de mole” apuntó, al señalar que quiso juntar dos de los antojitos preferidos por los y las mexicanas.
En la descripción que el establecimiento tiene en su Instagram se detalla que es posible disfrutar de esta combinación eligiendo entre sus ocho salsas diferentes, que son, verde, roja, cacahuate, mole, queso, pasilla, aguacate y borracha, para acompañar al pan de muerto. Sin importar la selección su precio es de 75 pesos.
Otro lugar que ofrece esta peculiar comida es el Mal de Cruz, un restaurante mexicano que vende durante la temporada esta versión del Pan de Muerto relleno con chilaquiles. Este lugar bautizó a la combinación como “levanta muertos”.
A los chilaquiles de este establecimiento se le puede agregar huevo y hasta carnitas, pues la visión es que, además de conjuntar ambos platillos, quien lo coma se pueda recuperarse de cruda ocasionada por las fiestas de Halloween o Día de Muertos de la noche anterior.
Además, se sirve acompañada de una cerveza Carta Blanca de tamaño chico, en caso de que no se antoje la combinación, se puede cambiar la bebida por un café de olla caliente endulzado con mazapán. Su costo es de 150 pesos y solo está disponible esta temporada; después del 6 de noviembre sale del menú.
Origen del Pan de Muerto
Este alimento, como lo conocemos actualmente, provino del “huitlatamalli”, el cual era una especia de tamal. Menciona el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) que en la época prehispánica se hacía la “papalotlaxcalli” o pan de mariposa, el cual era exclusivo de la ofrenda de Huitzilopochtli.
Era una especie de tortilla al que se le imprimía un sello de mariposa en la masa cruda y, al momento de estar cocido, se procedía a pintarlo de formas coloridas.
Sin embargo, a lo largo de los años el pan de muerto se ha ido adaptando a cada entidad de México y adoptó diversas formas que le permiten ser un producto completamente único de cada región.
Por ejemplo, en la Ciudad de México y el Estado de México suele ser redondo, adornado con la misma masa y espolvoreado con azúcar blanca. No obstante, en ocasiones se usa endulzante rosa con la finalidad de evocar el uso del color rojo en la época prehispánica.
SEGUIR LEYENDO: