La deuda que el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) creada en los noventa sigue siendo pagada por las y los mexicanos. De hecho, se estima que las siguientes generaciones aún continuarán aportando dinero de sus impuestos para que ésta sea liquidada. La crisis financiera que embarcó a la ciudadanía por muchos años, fue resultado del mal manejo financiero de los bancos, el gobierno y los sectores privados que se aprovecharon de la situación
El Fobaproa creó una deuda extensa a solo cuatro años de su creación y para 1999, según la Ley de Protección al Ahorro Bancario, alcanzó 552,300 millones de pesos, un equivalente al 11% de la economía nacional de ese entonces. Se estima que el saldo anual destinado a cubrir esta deuda es de un aproximado de 40 mil millones de pesos destinados de los impuestos. El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) señaló que en el 2020 la cifra final destinada fue de 43 mil millones de pesos en 2020.
Esta deuda creada por los bancos y el gobierno, de acuerdo a informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) del 2021, ha alcanzado un total de 1 billón 040 mil 507 millones de pesos los cuales siguen siendo pagados hasta la fecha.
El aumento en los intereses sobre la deuda de la antes conocida dependencia Fobaproa, ahora llamada Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y su programa al apoyo a deudores bancarios; han hecho imposible imaginar el fin de la deuda. Se estima que las generaciones nacidas a lo largo de los noventas y consiguientes, que están en los inicios de la vida laboral, se dedicaran durante toda su existencia a cubrir este adeudo e incluso sus hijas e hijos serán destinados a seguir con los pagos.
El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) fue una dependencia de ahorro con el fin de ser un plan de contingencia a los bancos. Fue creado en 1990, en el sexenio de Salinas de Gortari, quien en conjunto con su partido de procedencia, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), propusieron la estrategia. Sin embargo, fue el presidente sucesor, Ernesto Zedillo, quien llevó a cabo su implementación y desarrollo hasta 1995.
El desarrollo del Fobaproa estuvo delimitado por la crisis económica que azotaba el país, donde diversos factores como la baja en las reservas de la nación, la inversión extranjera y la volatilidad de los precios, provocaron que las tasas de intereses se dispararán lo que resultó que empresas y la ciudadanía en generala dejarán de pagar ante los bancos, quienes tenía un mal manejo de gestión de deudas y cuotas lo que provocó su caída.
Ante esta crisis el Fobaproa salió al rescate de los bancos, sin embargo, la escena bancaria estaba envuelta en distintas polémicas como fraudes, evasiones fiscales y malas prácticas de empresarios. Gracias a estas acciones más el incremento inimaginable de la deuda, hicieron que el gobierno tomara la decisión de pasar el adeudo como un tema en el que toda la ciudadanía tenía que participar y la liquidez pasó a ser un problema estatal.
Esta práctica fue considerada como un caso de corrupción por parte de los bancos en conjunto del gobierno quienes pasaron las deudas de las instituciones como un deber público en 1999, el cual sigue siendo cobrado a través de los impuesto de la ciudadanía dejando limitada la infraestructura de otras áreas como salud, educación, seguridad, movilidad , entre muchas otras.
El caso Fobrapoa y la acumulación del hartazgo social por la inestabilidad política del partido hegemónico (PRI) fueron factores decisivos para que en las elecciones del año 2000 perdieran por primera vez, después de 30 años, el poder de gobernar el país
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