Estos son los 10 principales elementos de una ofrenda de Día de Muertos y su significado

Monumentales y coloridas ofrendas lucirán en gran parte del país, pues su finalidad es compartir con los difuntos el pan, la sal, el agua, fruta, los mejores platillos o manjares culinarios, en caso de los adultos, el vino, entre otras cosas, que generalmente se colocan durante la celebración del Día de Muertos (1 y 2 de noviembre) y en honor al ser querido que falleció.

Los también llamados altares se colocan también en honor a los niños que perecieron. En este caso las familias suelen poner juguetes, dulces como calaveritas de azúcar o de chocolate, panes en miniatura o veladoras.

Y es que de acuerdo con las investigaciones, algunas familias instalan el altar de muertos desde el día 28 de octubre. Sin embargo, hay que recordar que cada uno de los elementos de los altares tiene su significado.

Las típicas calaveritas suelen elegirse de diversos sabores, colores y tamaños. Incluso, las medianas hacen alusión a la muerte siempre presente, las chicas son dedicadas a la santísima trinidad y la grandes al padre eterno.

Se trata de otro de los alimentos más populares de las ofrendas y es considerado como uno de los elementos más preciados. En cuestión de religión significa el “cuerpo de cristo”. Su origen se relaciona con la gastronomía de las fechas católicas de los fieles difuntos.

Mientras que en algunas zonas de España hay postres relacionados con las fechas del Día de Muertos, conocidos como los “huesos del santo”, debido a su forma circular que representa un cráneo y cuatro brazos de huesos que se llaman canillas.

En una ofrenda no pueden faltar las velas, las cuales se representan como la luz para alumbrar el camino de las ánimas. En los hogares suelen colocar una en representación de cada difunto.

Es considerado un elemento de purificación, según la creencia se debe colocar en los altares para que el alma del difunto no se corrompa en su viaje de ida y vuelta desde el más allá.

De colores peculiares y especiales, las flores en las ofrendas suelen transmitir alegría y en algunos estados suelen dehojarlas para formar un camino desde las afueras de la vivienda hasta el altar. Las más comunes son las flores de cempasúchil, que náhuatl significa “20 flor”; efeméride de la muerte. Según los antepasados, las cempasúchil eran plantas curativas, pero como se utiliza para adornar los altares se dice que con el tiempo la flor fue perdiendo sus poderes curativos.

Para los altares de los niños se usa más la flor de nube, significado de pureza por su tonalidad en blanco.

El líquido transparente simboliza también la pureza del alma. De acuerdo con diversas creencias, el agua se ofrece a los seres queridos para calmar su sed, luego de un largo recorrido y fortalecer su regreso.

Desde el tradicional mole, tamales, dulces y otros suculentos platillos se preparan para los fieles difuntos, pues su objetivo principal es deleitar al ánima que nos visita.

Este animalito de juguete figura principalmente en las ofrendas de niños, ya que se cree que representa el animal que les ayuda a las almas a cruzar el caudaloso río Chiconauhuapan, que es el último paso para llegar al Mictlán, que según la cultura mexicana hace referencia a otro lugar como el inframundo.

Se trata de la imagen de la persona que murió, aunque según las creencias, el retrato debe quedar escondido, de manera que solo pueda verse con un espejo, para dar a entender que al ser querido se le puede ver pero ya no existe.

Se utiliza para limpiar la casa de los malos espíritus, de tal forma que las ánimas pueden ingresar a sus hogares de manera segura.

Flores, dulces, juguetes, imágenes, coloridas calaveritas de azúcar,entre otros elementos se toman en cuenta en diversas partes del país para compartir en sus ofrendas durante la celebración del Día de Muertos.

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