El polémico Javier Lozano, del Partido Acción Nacional (PAN), ha sido uno de los que más ha arremetido contra el Partido de la Revolucionario Institucional (PRI) por haber “traicionado” a la alianza Va por México al presentar la reforma al Ejército que favorece a la política de seguridad militarista del presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Bajo ese tenor fue que el blanquiazul responsabilizó a la militancia tricolor por la negativa que Luis Cresencio Sandoval, titular de la Defensa Nacional (Sedena), ha demostrado para rendir cuentas respecto al hackeo masivo por el caso de Guacamaya Leaks.
Y es que aunque el discurso del militar ha demostrado “apertura”, sus acciones han reflejado lo contrario: en un principio, el Secretario General condicionó el diálogo con diputados federales para llevarlo a cabo el 18 de octubre en su oficina y no ante la Cámara de San Lázaro como se le exigía. Sin embargo, el 15 de octubre se dio a conocer la suspensión de dicha reunión.
Dicho contexto movió a Lozano Alarcón a lanzar - a través de su cuenta de Twitter - el reclamo contra el partido dirigido por Alejandro Alito Moreno, cuya iniciativa ya aprobada ha sido seriamente acusada de fortalecer la presencia militar en tareas de seguridad pública. En ese sentido twitteó:
“Por sus hu*vos. Y háganle como quieran, ¿Satisfecho, PRI? #NoALaMilitarización”.
El ciberataque que hactivistas del grupo Guacamaya lograron efectuar a finales de septiembre contra la Defensa Nacional es señalado como la más grave vulneración a la ciberseguridad del Ejército mexicano.
Sin embargo, el Jefe del Ejecutivo Federal se ha mostrado despreocupado frente a dicho ataque, tanto así que incluso aseguró que no tomarían acciones legales por la intrusión y filtración de información confidencial. Aunque unos días después declaró que “sería importante” conocer la identidad de quienes impulsaron estas revelaciones; esto, pese a asegurar que “no hay nada que ocultar”.
Por su parte, y contrario a la postura de Federal, en la Cámara de Senadores comienza a vislumbrar una propuesta de reforma en materia de ciberseguridad: “Hoy en México hay un problema serio con la seguridad en los archivos y en la información de la Sedena”, declaró Ricardo Monreal Ávila, quien también hizo un llamado a dar mantenimiento a los sistemas de información.
Desde lavado de dinero y hasta nexos con grupos criminales, el hackeo de “Guacamaya” ha puesto a tambalear aquella imagen incorruptible y seria que guardaba el gremio militar en el país.
Las últimas revelaciones dadas a conocer tras el hackeo masivo a documentos de la Sedena - y publicadas por Latinus - exponen que la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina (Semar) no son capaces de coordinar o planificar operaciones de fuerzas especiales con Estados Unidos (EEUU).
Dicha información se constató a través del diagnóstico realizado en conjunto por las Fuerzas Armadas Mexicanas y el Comando Nortes estadunidenses en el cual se expone que las Fuerzas Armadas mexicanas carecen de “funciones y responsabilidades codificadas” para realizar tareas en grupo.
Resulta pertinente mencionar que mucha de la información que contiene dicho análisis sobre las Fuerzas Armadas Mexicanas y Estadounidenses fue abordada el jueves pasado por el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Estado, Antony Blinken, en el Diálogo de Alto Nivel de Seguridad celebrado entre ambos países en Washington.
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